Gisel, una gata que estaba embarazada debió sortear una difícil situación, luego de que su familia ya no la quisiera. Afortunadamente, una niña de 12 años se ofreció a llevarse a la dulce felina y buscar ayuda para que permaneciera en un hogar de rescate.

La gata de pelaje atigrado, estaba en sus últimos días de embarazo cuando Sylvie, voluntaria del Chatons Orphelins Montréal (un centro de rescate de gatos en Montreal, Canadá), conoció su historia y no dudó en ir a buscarla.

“Gisel confió en su madre adoptiva de inmediato y pasó la mayor parte del tiempo durmiendo después de su llegada”, le dijo Celine Crom de Chatons Orphelins Montréal al sitio Love Meow.

Chatons Orphelins Montréal

Unos días después de su adopción, Gisel entró en labor de parto y fue bastante difícil, ya que sólo uno de las crías logró sobrevivir y la gata tuvo que ser llevaba a un centro hospitalario de animales.

Gisel tuvo una cirugía de emergencia debido a una severa infección bacteriana en su útero, pero se recuperó rápidamente después del procedimiento que le salvó la vida y volvió a amasar y ronronear como si nada hubiese pasado, según detallaron sus rescatistas.

Chatons Orphelins Montréal

Mientras la mamá gata se recuperaba en el hospital, su único gatito sobreviviente, a quien llamaron Pruno, estaba siendo alimentado con biberón las 24 horas del día.

El gatito era muy pequeño pero con una gran voz, un apetito voraz y una fuerte voluntad de vivir. Se agarró a la botella como un campeón y se tragó la comida hasta que terminó la última gota.

Chatons Orphelins Montréal

A pesar de no tener a su madre con él en ese momento, Pruno logró ganar peso por todos los cuidados que su nueva familia le proporcionó, y luego de unos días, Gisel y su cría volvieron a estar juntos.