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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Las várices son venas dilatadas, hinchadas y retorcidas, comúnmente vistas en las piernas, causadas por fallas en las válvulas que impiden el retorno de la sangre al corazón. Factores como estar de pie por mucho tiempo, obesidad, edad y predisposición genética pueden contribuir a su desarrollo. Aunque en muchos casos son inofensivas, pueden provocar coágulos, úlceras o trombosis.

El cuerpo humano comprende un vasto entramado de venas, cuya misión es devolver la sangre al corazón. En algunos casos —que revisaremos más adelante— estas pueden experimentar fallos en sus válvulas internas, lo que hace que la sangre se acumule dentro de ellas, ensanchándolas. A esto se le conoce como venas varicosas o várices.

Es fácil reconocerlas, ya que se ven como venas dilatadas, hinchadas y retorcidas por debajo de la piel, a menudo en las piernas.

Aunque pueden parecer una simple preocupación estética, las venas varicosas no deben pasarse por alto. Aunque en muchos casos son inofensivas, en otros pueden dar pie a otros problemas de salud más graves.

¿Por qué se producen las várices?

Según explican desde el Manual MSD, aunque no se conoce la razón exacta por la que se producen las várices, se cree que el principal problema es una debilidad en las paredes de las venas superficiales, es decir, aquellas ubicadas justo debajo de la piel. No obstante, es importante precisar que, aunque es menos común, una várice puede aparecer en cualquier vena del cuerpo.

Existen algunas personas más predispuestas a las várices, ya que es una condición que puede ser heredada. También puede producirse por cambios en los niveles hormonales. De hecho, por las mujeres suelen experimentarlas con mayor frecuencia, siendo más común su primera aparición durante el embarazo.

Como mencionamos, las várices aparecen cuando se debilitan las válvulas dentro de las venas —encargadas de mantener el flujo de sangre en dirección al corazón y detienen su retroceso—, por lo que estar mucho rato de pie a menudo es un factor de riesgo para su aparición.

“Cuando se está de pie, la fuerza de la gravedad provoca el retroceso de la sangre, que no se detiene porque las cúspides (aletas) de las válvulas están separadas. De este modo, la sangre fluye hacia atrás, llena las venas con rapidez”, explica el MSD.

Venas varicosas o várices
Manual MSD

La obesidad y el aumento de la edad también son factores que pueden contribuir a la aparición de venas varicosas.

Estéticamente, las venas varicosas pueden verse como venas inflamadas que sobresalen de la piel. También algunas personas pueden presentar arañas vasculares, que son capilares agrandados, pero esto puede darse con o sin venas varicosas.

Una exploración superficial de la piel por parte de un profesional médico es suficiente para diagnosticarlas. No obstante, en algunos casos puede solicitarse una ecografía si el profesional sospecha que también puede haber un mal funcionamiento de las venas profundas.

¿Cuándo son peligrosas las venas varicosas?

Las complicaciones de las venas varicosas son poco comunes, pero pueden ocurrir. Se recomienda detectarlas y tratarlas en su etapa temprana, para prevenir que empeoren y puedan provocar molestias como dolor y ardor.

Una vena varicosa puede aumentar el riesgo de sufrir coágulos o trombos en las piernas, los que incluso pueden desencadenar una embolia pulmonar. También pueden producirse úlceras en la zona, dermatitis o trombosis venosa superficial.

Es por esto que, ante la aparición de várices, se recomienda el chequeo médico regular para monitorear su evolución, especialmente si estas comienzan a doler o generar malestar en la zona.

¿Cuál es el tratamiento contra las venas varicosas?

Según explican desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “las venas varicosas tienden a empeorar con el paso del tiempo. Tomar medidas de cuidado personal puede ayudar a aliviar la molestia y el dolor, evitar que las venas varicosas empeoren y prevenir problemas más graves”.

En primer lugar, están las medidas que uno como persona puede tomar para prevenir su aparición o progreso, como mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente para estimular el flujo de sangre, utilizar medias elásticas de compresión, y elevar las piernas cuando se está sentado o acostado.

Si esto no es suficiente, y la apariencia de las várices no mejora o incluso empeora, existen algunos tratamientos que se pueden realizar, siempre y cuando tu médico esté de acuerdo:

— Tratamiento con inyecciones (Escleroterapia).
— Terapia con láser (Laserterapia).
— Cirugía (“fleboextracción” o “varicectomía venosa”).