Eduardo Ergas, dueño de una empresa de helicópteros, es también el propietario de la 'isla virgen' de Traiguén, la que se vende por 35 millones de dólares y que anteriormente fue propiedad del Ejército, luego de ser traspasada directamente por Pinochet, desde Bienes Nacionales.

Sorpresa causó en muchos la publicación de una isla chilena de más de 4.450 hectáreas de superficie en un archipiélago de la región de Aysén, que se encuentra a la venta por 35 millones de dólares y que fue destacada por el New York Post, ¿pero quién es su dueño y cuál es el origen del lugar?

La propiedad consiste en un trozo del archipiélago de las Guaitecas, llamado Isla Traiguén, cerca de Coyhaique, y tiene el tamaño de la isla de Hong Kong o siete veces el de la isla de Manhattan en Nueva York, y cuenta con 3 lagos y 80 lagunas.

¿Cuál es el origen de la ‘isla virgen’ en venta en la Patagonia?

Tal como lo describe la publicación de los corredores de propiedades “premium”, Hall & Hall, la millonaria isla “tiene 163 kilómetros de playas, con grandes bosques nativos de coihues, ñirres, lengas y mañíos, además de ser una reserva de 1.130 millones de metros cúbicos de agua dulce”.

Ante esto, el Ministerio de Bienes Nacionales confirmó a The Clinic que están recabando mayores antecedentes para saber si existen temas de soberanía competentes a la cartera o es una acción entre privados.

Al respecto, explicaron que la isla era propiedad del Fisco hasta 1989, cuando el entonces Ministerio de Defensa, mediante una resolución exenta facultó al dictador Augusto Pinochet a traspasar todo el terreno al Ejército.

¿Quién es Eduardo Ergas, el dueño de la ‘isla virgen’?

Según recoge una entrevista del Diario Financiero, el dueño de la isla Traiguén, a la venta por 35 millones de dólares, es el ingeniero comercial y director de Ecocopter S.A, también presidente de la Fundación EcoScience, Eduardo Ergas desde el 2008.

El empresario dijo en su oportunidad al medio, que la adquirió enfocado en la investigación y protección de la rana de Darwin, que “lamentablemente”, la supervivencia de la especie no está en sus manos y que la vendería solo a un conservacionista.

En esa línea, agregó “en los doce años en que isla ha estado nuestro poder la hemos protegido y conservado. Es prístina y libre de la salmonicultura”. También dijo que de venderla, “el dinero será reinvertido en conservación, en un momento en que la Tierra vive una gran crisis”.