¿Cómo saber si tomar ibuprofeno o paracetamol?

Se trata de algunos de los medicamentos de venta libre más comunes en Chile. El paracetamol y el ibuprofeno son la elección más popular cuando se trata de aliviar dolores o padecimientos comunes que surgen en el día a día. Sin embargo, todavía existen dudas respecto a ante qué situaciones se debería tomar cada uno.

Si bien ambos son medicamentos de tipo analgésico, que se toman ante padecimientos similares, la correcta administración de uno u otro dependerá de los síntomas de la persona y sus antecedentes de salud. A continuación, podrás revisar qué medicamento conviene tomar ante diferentes situaciones, las dosis apropiadas y posibles contraindicaciones.

¿Cuándo conviene tomar cada uno?

Carolina Mella, química farmacéutica de Redfarma, explica que ambos “comparten la solución a algunos síntomas, porque ambos son analgésicos y antipiréticos, pero es importante saber que no son lo mismo”.

La experta señala que el paracetamol sirve “para aliviar dolores leves, bajar la fiebre y no daña nuestro estómago si se utiliza de acuerdo a las dosis recomendadas. En tanto, el ibuprofeno, también se utiliza como calmante y para bajar la fiebre, pero cuando existe inflamación”.

“Ambos son medicamentos analgésicos, con un perfil más antiinflamatorio en el caso del ibuprofeno, y un perfil más antipirético en el caso del paracetamol. La adecuación de uno u otro va a depender de la sintomatología y del origen que provoque esas afecciones” sostiene Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumadas.

Según explica, el ibuprofeno se utiliza normalmente para la artritis y los dolores por desgarros musculares, torceduras, lesiones de espalda y de cuello o dolores menstruales. Por su parte, el paracetamol se suele recomendar como tratamiento de primera línea para el dolor leve a moderado, como el dolor de cabeza, lesiones cutáneas o por afecciones de los músculos y huesos.

Y agrega que “los dos se pueden utilizar para la fiebre y para el dolor. Ambos medicamentos son efectivos para dolores musculares y son buenas alternativas. Hacen efecto en menos de una hora cuando se toman por vía oral”.

¿Cuál es la dosis apropiada?

Sobre las dosis recomendadas, Mella indica que “en un adulto, la dosis de paracetamol es de un comprimido de 500mg cada 8 horas. En el caso de los niños, estos medicamentos se encuentran generalmente en versión gotitas o jarabes y dependerán del peso del infante o niño o niña”.

No obstante, “si un niño o niña lleva más de dos días con episodios febriles debe acercarse a un recinto asistencial para ser revisado por un médico especialista” advierte la experta.

Por su parte, Molina señala que “la dosis recomendada va a depender de la edad del paciente y debe ser indicado por un médico. Su frecuencia va cada 6 a 8 horas”.

¿Qué contraindicaciones puede tener el uso de paracetamol y/o ibuprofeno?

Si bien ambos medicamentos son de venta libre y no deberían ocasionar problemas si se toman en las dosis recomendadas, pueden ocasionar efectos secundarios si se administran en condiciones adversas o por períodos de tiempo prolongados.

“Los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno, en dosis altas pueden causar problemas renales, retención de líquidos y presión arterial alta. El riesgo aumenta con la edad o si hay otros problemas de salud, como diabetes, antecedentes de reflujo o úlceras estomacales y enfermedad renal” señala Molina.

Y agrega que: “tomar más de la dosis recomendada o tomar paracetamol con alcohol aumenta el riesgo de daño a los riñones e insuficiencia hepática con el tiempo”.

Antes de automedicarse, se debe considerar edad, patologías de base, tratamientos con otros medicamentos (ya que se puede generar una posible interacción de medicamentos), sintomatología del paciente y/o alergias al ibuprofeno o paracetamol.

¿Se puede tomar paracetamol e ibuprofeno al mismo tiempo?

Sobre si se pueden administrar ambos medicamentos al mismo tiempo, la experta advierte que, si bien en el mercado hay presentaciones de venta directa que combinan paracetamol con ibuprofeno, se recomienda que su uso sea bajo supervisión médica.

En esa misma línea, Mella sostuvo que “en algunas situaciones podría ser recomendado alternar el consumo de paracetamol e ibuprofeno. Por ejemplo, cuando no se logra disminuir los síntomas en el intervalo de una dosis y otra de paracetamol”. Sin embargo advierte que “esto debe ser recomendado por un especialista para tener el seguimiento adecuado y así evitar hipotensión y posibles daños renales“.

La profesional de Redfarma hace énfasis en que es importante leer las indicaciones que trae cada medicamento en su interior. Ahí no sólo se indican las posologías, también las contraindicaciones y reacciones adversas. “Lo más seguro, siempre es acercarse al Químico Farmacéutico de su farmacia y pedir orientación“, asegura.

Importante recordar que estos medicamentos siempre deben ser adquiridos en establecimientos regularizados por ley, como farmacias o consultorios.

Alternativas naturales

Ante un dolor o una inflamación es usual recurrir a productos farmacéuticos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el uso prolongado puede traer efectos secundarios, más aún cuando no cuentan con supervisión de un especialista.

En ese sentido, la especialista de Redfarma sostiene que “existen alternativas naturales que ayudan a disminuir la inflamación y con esto el dolor asociado“.

“Entre los mejores antiinflamatorios naturales para el dolor muscular podemos encontrar la Árnica, analgésico antiinflamatorio más eficaz favoreciendo la circulación y calmando las zonas afectadas. Además, es muy utilizado en los deportistas para aliviar la sensación de piernas cansadas. La cúrcuma y el romero también poseen propiedades curativas y calmantes en la cicatrización de heridas” detalla Mella.

Y agrega que: “además de los productos farmacéuticos, existen productos naturales con propiedades antiinflamatorias que pueden ser grandes aliados a la hora de tratar todo tipo de hinchazones, dolores e inflamaciones que se puedan presentar en el cuerpo“.

Según explica, estos podrían aliviar el malestar, evitan la automedicación, y no esconden otras sintomatologías.