¿Alguna vez te has preguntado por qué no puedes dejar de dar «me gusta» a las publicaciones que ves en Instagram? Desde características de diseño adictivas hasta algoritmos ingeniosos, las estrategias de la plataforma promueven sutilmente la permanencia dentro de ella.

Jason Adler, ingeniero de software en Repocket, asegura que la repetición es la piedra angular para moldear los hábitos humanos. Su comentario hace referencia a la experiencia de dar «doble toque», o «me gusta» en Instagram, una acción aparentemente simple e inofensiva, pero que sutilmente alimenta el algoritmo e incentiva un poderoso patrón de comportamiento.

Dar «doble toque», o marcar el símbolo de corazón en una publicación, sirve para indicar interés o aprecio por esta. Adler enfatiza que “esta mínima interacción en una plataforma digital impulsa el comportamiento cognitivo adaptativo. Esto conduce con el tiempo a la evolución de un nuevo modismo, reconocido a través de culturas y geografías.”

La influencia del «me gusta» en el comportamiento humano

La función principal de la acción «me gusta» ha creado un ambiente que incentiva la interacción, la comunicación y el compartir.

Adler explica que esto se traduce en:

Reconocimiento y recompensa: La visibilidad de los «me gusta» en una publicación funciona como reconocimiento para el creador y como recompensa para el espectador, permitiendo una interacción de llamada y respuesta.

Participación de la comunidad: Dar doble toque fomenta un sentido de pertenencia a una comunidad virtual, ya que los usuarios se conectan a través de gustos y sentimientos compartidos.

Símbolo de interacción: La acción de dar doble toque simboliza la disposición para interactuar, fortaleciendo los lazos entre los usuarios de la plataforma.

Según Undullify, la psicología que sustenta el «doble toque» se basa en la validación y gratificación del usuario, incitando un comportamiento repetido y habituado.

El ingeniero de software de Repocket comenta que “un simple «doble toque» beneficia a Instagram con un incremento en la interacción del usuario, compromiso y permanencia en la plataforma.”

El ciclo del «Me gusta» en el algoritmo de Instagram

La facilidad y rapidez de la acción de dar doble toque o «me gusta» han redefinido la respuesta y la implicación en Instagram. En su núcleo, este proceso involucra:

1.- El usuario ve una publicación.
2.- Acción instintiva de dar «me gusta» si el contenido es atractivo.
3.- Se generan datos de interacción para el algoritmo de Instagram.
4.- El algoritmo genera contenido más personalizado para el usuario.
5.- El ciclo se repite

La naturaleza cíclica del proceso lo convierte en un mecanismo de aprendizaje que refuerza el comportamiento de dar doble toque como un modismo a largo plazo, según LinkedIn.

Auge del «doble toque»

La frecuencia y aplicación universal del doble toque en Instagram han culminado en la creación de un modismo social. “El habitual «doble toque» ha adoptado un significado simbólico en el léxico de la alfabetización y etiqueta digitales”, apunta Adler.

«No es sorprendente, entonces, observar a los usuarios dando doble toque a imágenes fuera de Instagram, esperando la función ‘me gusta’, una acción que refuerza cómo Instagram ha revolucionado el panorama digital», aseguran desde Repocket.

“Las plataformas dominantes como Instagram pueden remodelar efectivamente el comportamiento al incentivar actividades repetidas”, supone Jason Adler, arrojando luz sobre la potencia de las intervenciones de plataformas de alto nivel para cultivar hábitos de comportamiento masivos.

Desde Repocket invitan a la siguiente reflexión: “¿Tu «doble toque» se eleva de ser una acción rutinaria de Instagram a ser un testimonio de conducta digital, y reconoces su expansión como un emergente modismo digital en tu vida?”