Caminar tiene múltiples beneficios para la salud, más aún cuando se hace, pero hacia atrás, lo que reforzaría la estabilidad y nuestra memoria.
Caminar marcha atrás, es uno de los ejercicios que está ganado bastante popularidad en el mundo deportivo, e incluso médico, esto tras ser una opción que ayudaría a mejorar el equilibrio, fortalecer los músculos e incluso agudizar la función cognitiva.
Con este movimiento, el cerebro tarda más en procesar las demandas adicionales de coordinar estos sistemas para iniciar marcha atrás, sin embargo, este mayor nivel de desafío trae también mayores beneficios para la salud.
Beneficios para el cuerpo de caminar hacia atrás
Según consigna National Geographic, caminar hacia atrás desplaza la carga de trabajo a las caderas y las rodillas, lo que se diferencia de una caminata normal donde participan principalmente los tobillos.
Este sutil cambio de movimiento activa diferentes grupos musculares, como los isquiotibiales (tres músculos ubicados en la parte posterior del muslo), pantorrillas y cuádriceps, lo que ofrece beneficios únicos para la fuerza y la movilidad, complementa el sitio de salud Cleveland Clinic.
“Sinceramente, creo que los mayores beneficios de caminar hacia atrás en la cinta son la capacidad de cambiar la carga mecánica del cuerpo y de desafiar al cerebro y al sistema de equilibrio con una tarea novedosa”, afirma Nicole Haas, especialista clínica en ortopedia de Boulder, Colorado.
“Cuando caminas hacia atrás en la cinta, tu patrón general de marcha es diferente, por lo que reclutas y cargas músculos, tendones, fascia y articulaciones de forma distinta”, añade.
Por su parte, Janet Dufek, profesora de kinesiología y ciencias de la nutrición en la Universidad de Nevada, indicó que tras años de estudio descubrió que este ejercicio aumenta la flexibilidad de la parte baja de la espalda y los isquiotibiales.
Junto con ello, reduce el dolor lumbar, mejora el equilibrio y la estabilidad, lo que se utiliza comúnmente en los programas de rehabilitación y fisioterapia, asegura el experto.
Reducción de calorías
Un ejemplo de ello es que ese ejercicio puede ser útil para quienes padecen dolores articulares o artritis, ya que se ejercería menos presión sobre las rótulas y fortalece el cuádriceps que contribuye a la estabilidad de la rodilla.
Respecto a las calorías que se pueden reducir con la caminata hacia atrás, el American College of Sports Medicine, indicó que la marcha atrás quemaría un 40% más de calorías por minuto que la caminata rápida hacia delante.
Esto último quedó comprobado en un estudio realizado en 2014 y publicado en el International Journal of Scientific and Research Publications, donde se descubrió que las mujeres preobesas de entre 20 y 40 años que siguieron un programa de marcha atrás de seis semanas, perdieron grasa corporal y mejoraron su forma física general.
Beneficios para el cerebro
Este común ejercicio también tendría beneficios para el cerebro, ya que agudiza la función cognitiva.
De acuerdo al medio citado, un estudio de 2019 descubrió que los participantes que caminaban hacia atrás entre 10 y 15 minutos de tres a cuatro veces por semana mostraban mejoras en el equilibrio y la estabilidad, que aquellos que caminaban hacia delante o permanecían inactivos.
“Caminar hacia atrás mejora el funcionamiento cognitivo al mejorar la conciencia espacial y la coordinación. Como es una actividad que requiere mayor atención y concentración, también puede mejorar el funcionamiento ejecutivo”, afirma Ashwini Nadkarni, profesor adjunto de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard.
Por su parte, Cleveland Clinic indica que caminar hacia atrás es un ejercicio cardiovascular que puede mejorar el estado de ánimo y combatir la depresión, según afirma el fisiólogo Jordan Boreman.