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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El 6 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, una enfermedad en aumento en Chile con alertas de subdiagnóstico. Es una afección crónica que inflama los bronquios y provoca obstrucción respiratoria. Causas como la contaminación por humo de leña y virus respiratorios son factores desencadenantes. Los especialistas enfatizan en la importancia de identificar y evitar alérgenos, así como en el manejo con corticosteroides inhalados y broncodilatadores.

Cada seis de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, un diagnóstico que se encuentra en alza en nuestro país, al igual que su subdiagnóstico, según alertan los especialistas. En ese sentido, se detallan los diversos factores que lo provocan, en especial en estas épocas de frío.

El asma bronquial es una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por la inflamación de los bronquios.

Se trata de una condición que no posee cura, sin embargo, el uso de tratamiento de mantención permite el control de sus efectos y una vida cotidiana normal, según explica la Dra. Ana María Herrera, broncopulmonar infantojuvenil de Clínica Santa María.

“La prevalencia del asma en general en Chile es alta, se cree que puede rondar cerca del 10% de la población, entonces hay muchos subdiagnósticos. Episodios, por ejemplo, como el aumento de virus respiratorios, cuando hay mucha contaminación, los que gatillan la obstrucción bronquial y hacen que se manifieste la enfermedad”, afirma el Dr. Felipe Saavedra, broncopulmonar de Clínica Ciudad del Mar.

“El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, que provoca una obstrucción debido a hiperreactividad bronquial junto a producción excesiva de mucosidad”, detalla el Dr. Ronald Reid, médico broncopulmonar del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes.

“Como consecuencia, las vías se estrechan, dificultando la respiración y generando síntomas que pueden variar tanto en su frecuencia como en su intensidad”, agrega.

Causas del asma

Durante las épocas de frío, la población busca modos de calefacción y muchos de ellos acude a las estufas a leña, las cuales expulsan el humo que incrementa los casos de asma.

Ante esto, la doctora Herrera advierte sobre la contaminación en el hogar, especialmente el humo de tabaco o calefacciones con leña o parafina que producen irritación de las vías respiratorias.

Este último factor no es el único, la contaminación ambiental también está provocando el alza de diagnósticos, así como también los virus respiratorios.

“Mientras que la contaminación atmosférica e intradomiciliaria agrava el panorama, partículas de humo o smog producen sobre las vías aéreas un incremento en la broncoconstricción”, señala el Dr. Jorge Yáñez, broncopulmonar de Clínica Biobío.

Alérgenos

“El frío o los cambios de temperaturas pueden afectar por sí mismos a los pacientes asmáticos, aumentando los síntomas”, agrega el experto.

Tal como indica el prestigioso sitio de salud Clínica Mayo, la exposición a varios irritantes y a sustancias que desencadenan alergias (alérgenos), pueden provocar signos y síntomas de asma.

Entre estos están alérgenos aerotransportados, como el polen, los ácaros del polvo, las esporas de moho, la caspa de animales o las partículas de residuos de cucarachas.

A ellas se suman ciertos medicamentos, incluidos los betabloqueadores, la aspirina y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y el naproxeno sódico. Por su parte algunos tipos de alimentos y bebidas, entre ellos, camarones, frutas deshidratadas, papas procesadas, cerveza y vino.

Además, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, un trastorno en el que los ácidos estomacales se acumulan en la garganta, también pueden provocar este diagnóstico.

Factores de riesgo

Según el sitio de salud, también existen factores de riesgo que aumentan las probabilidades del diagnóstico de asma.

– Tener un pariente consanguíneo con asma, como padre o hermano
– Tener otra afección alérgica, como la dermatitis atópica, que provoca enrojecimiento y picazón de la piel, o la fiebre del heno, que causa goteo nasal, congestión y picazón en los ojos
– Sobrepeso
– Ser fumador
– Exposición como fumador pasivo
– Exposición a gases de escape o a otros tipos de contaminación
– Exposición a sustancias químicas utilizadas en las industrias de la agricultura, la peluquería y la fabricación

Síntomas de asma

Una vez teniendo claro los diversos factores que incrementan o provocan el asma, es correcto dejar en claro los síntomas de esta condición, los cuales también podrían dar una pista sobre la posibilidad de que los problemas respiratorios puedan ser asma no diagnosticada.

Entre los síntomas más comunes está la dificultad para respirar, silbidos en el pecho (especialmente nocturnos o con esfuerzo), dolor o sensación de opresión en el pecho, tos persistente (que puede empeorar con la risa), complicaciones para dormir y resfríos prolongados, coinciden los expertos.

Estos síntomas pueden agravarse ante la actividad física, la exposición a alérgenos o contaminantes ambientales, e incluso por cambios climáticos bruscos.

¿Cuándo acudir a un médico?

Ante la presencia de estos síntomas, se requiere acudir al médico para una correcta atención o diagnóstico de la enfermedad.

El Dr. Rodrigo Sagardia, médico general de Help, detalla una de las señales más específicas que requieren atención médica inmediata.

“Cuando no hay una respuesta adecuada o el paciente presenta labios morados y signos de mucha dificultad para respirar, es preferible trasladarlo a un servicio de urgencia y no intentar atacar la crisis en el domicilio”, explica.

Tratamientos

En cuanto al tratamiento, si bien el asma no tiene cura, su control es posible gracias a tratamientos médicos adecuados.

Entre ellos destacan corticosteroides inhalados que reducen la inflamación y previenen la aparición de los síntomas, o broncodilatadores que actúan rápidamente para aliviar los síntomas en caso de una crisis asmática.

Sumado al tratamiento farmacológico, un pilar fundamental en el manejo del asma es la identificación y evitación de los factores desencadenantes, minimizando factores de riesgo como el tabaquismo, la exposición a contaminación y alérgenos, y prevenir infecciones virales evitables.