Un estudio de profesionales del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh alertó sobre el aumento de casos de fibrilación auricular en adultos jóvenes.

Recientes investigaciones han arrojado luz sobre la creciente prevalencia y peligrosidad de la fibrilación auricular (A-fib) en personas menores de 65 años.

La A-fib, una condición cardíaca común que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, está teniendo un impacto significativo en la salud de individuos menores de 65 años, consigna una publicación del The New York Times.

Según Medlineplus, es una de las formas de arritmia más comunes que existe.

Durante mucho tiempo, se creía que la A-fib, caracterizada por un ritmo cardíaco irregular, afectaba principalmente a personas de 65 años o más, sin mayores implicaciones para los más jóvenes. Sin embargo, el Dr. Aditya Bhonsale, electrofisiólogo cardíaco del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, y su equipo, han desafiado esta noción.

Nuevas investigaciones sobre la fibrilación auricular

En una nueva investigación publicada recientemente, Bhonsale y sus colegas analizaron datos de más de 67,000 pacientes con A-fib tratados en el centro, revelando que cerca de una cuarta parte de ellos tenían menos de 65 años.

Estos pacientes, además de presentar un mayor riesgo de muerte, a menudo tenían factores de riesgo adicionales como hipertensión arterial, obesidad y apnea del sueño, que podían agravar los problemas cardiovasculares.

La A-fib se caracteriza por una falta de coordinación entre las cámaras superior e inferior del corazón, lo que resulta en un ritmo cardíaco caótico y, a menudo, irregular. Los síntomas pueden incluir palpitaciones, sensación de que el corazón se acelera o salta latidos, falta de aliento y malestar en el pecho.

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El Dr. Geoffrey Barnes, cardiólogo y especialista en medicina vascular en la Universidad de Michigan Health, destaca, añade el medio, la importancia de la detección temprana, ya que muchos pacientes pueden no presentar síntomas evidentes. Cada vez más, los pacientes están buscando atención médica debido a la detección de latidos cardíacos irregulares por parte de sus dispositivos inteligentes, lo que podría explicar el aumento de diagnósticos en adultos jóvenes.

El diagnóstico de la fibrilación auricular generalmente se realiza mediante un electrocardiograma, y en algunos casos, los médicos pueden recetar un monitor portátil para detectar irregularidades durante un período prolongado.

Los especialistas recalcan que en la comprensión de la A-fib y su impacto en adultos jóvenes subraya la importancia de la conciencia y la vigilancia en la salud cardiovascular, así como la necesidad de estrategias de detección temprana y prevención en esta población.