Es una localidad situada en Chile, específicamente en la comuna de Putaendo, ubicada en la región de Valparaíso.
Su nombre tiene un origen histórico que se remonta a la época colonial. Según relata el historiador y poeta popular Noel Fuentes, la denominación “Las Coimas” se debe a la presencia de una aduana en el paso fronterizo Los Patos durante ese periodo. En aquel entonces, los contrabandistas realizaban sobornos, conocidos como “coimas”, a los agentes aduaneros para facilitar el paso de sus mercancías de contrabando.
Esta práctica se habría extendido en la zona, lo que llevó a que el lugar fuera conocido como Las Coimas. Además, en febrero de 1817, Las Coimas fue escenario de una batalla durante el proceso de Independencia de Chile, lo que añade un componente histórico importante a su identidad.
El Combate de Las Coimas ocurrió el 7 de febrero de 1817, en el contexto del Cruce de Los Andes. Mientras la división Soler cruzaba la cordillera por el paso de Los Patos, el teniente coronel patriota Manuel Necochea acampaba con un grupo de granaderos cerca de San Felipe, al pie del cerro Las Coimas. En ese momento, el coronel Atero, comandante realista que se encontraba en San Felipe, decidió atacar a Necochea con una fuerza considerablemente mayor. A pesar de estar en desventaja numérica, Necochea logró dividir estratégicamente a sus granaderos y emboscar al flanco derecho realista, lo que le otorgó una victoria en el combate.
Un triste gentilicio
El término “coima” se define como una dádiva o soborno, utilizado para obtener un favor de un funcionario o autoridad. En Latinoamérica, se emplea como sinónimo de soborno, refiriéndose a una suma de dinero o bienes entregados ilegalmente para obtener beneficios. Este fenómeno se manifiesta en diversos ámbitos de la sociedad, desde transacciones comerciales hasta el funcionamiento del Estado.
Una pena que para los oriundos de ese pueblo, carguen con ese gentilicio, ya que en la vida real, las coimas ya son una realidad arraigada en la cultura y práctica cotidiana chilena (quizás siempre ha estado).
A menudo, aquellos que participan en actos de corrupción lo hacen de manera discreta, aprovechándose de su posición para enriquecerse ilícitamente.
Las coimas generan desigualdades económicas y sociales, evidenciadas por el repentino enriquecimiento de algunos individuos y la impunidad que rodea estas prácticas.
Las instituciones públicas y privadas han implementado medidas para prevenir la corrupción, como procesos de licitación transparentes y políticas de cumplimiento. Sin embargo, casos de fraude y corrupción aún se hacen públicos, evidenciando la persistencia de este problema en la sociedad.
La falta de justicia y mecanismos efectivos para combatir las coimas dificulta la erradicación de la corrupción y perpetúa la impunidad de los culpables.
Es fundamental que las nuevas generaciones se alejen de estas prácticas corruptas y promuevan la transparencia y la honestidad en todos los ámbitos de la sociedad chilena.
Las licitaciones, son muchas veces casi otorgadas al dedillo y son la tela blanca que muchas veces oculta la corrupción, excepto aquellos procesos que si entregan la sustentabilidad de ser probo.
El pueblo de Las Coimas debe reconocido y recordado por un hecho histórico que enorgullezca a sus ilustres habitantes en vez del estigma de ser un sinónimo “favores pagados”.
Los sobornos junto con el narcotráfico, representan una amenaza para la credibilidad y estabilidad del país, por lo que es necesario un compromiso urgente en conjunto con toda la sociedad combatir y fortalecer las instituciones democráticas y el Estado de derecho.
Agustín Paolini Paolini
CEO Markmedia
