Es una costumbre para algunas personas dormir con aros, sin embargo su material y el tamaño, podrían ser dañinos para la salud de la piel.

Seguramente que dormir con pendientes lo haz hecho más de una vez. Quizás porque no ha causado ningún problema o se te olvida sacarlos. Sin embargo, esta costumbre inofensiva, puede no serlo tanto.

Las joyas son un accesorio fundamental, e incluso para algunas personas toman un significado especial, pero el dormir con ellas puestas en el cuerpo, pueden provocar un daño a la persona y al objeto.

Por qué no deberías dormir con aros de níquel

Una de las razones principales para no dormir con aros, es es el material con el que está fabricado y la reacción que puede tener la persona con piel sensible.

“Si la joya no es de oro ni de plata, es más probable que nos pueda provocar una reacción en la piel”, explica el sitio Mejor con Salud.

“Su uso prolongado puede provocar síntomas y alergias como el desarrollo de ampollas, erupciones o el propio enrojecimiento de la zonas de contacto“, se detalla.

Algunos accesorios son hechos con níquel, un metal que al estar en contacto con la transpiración y agua, mancha la dermis y la deja negra, agrega.

“La alergia al níquel es un trastorno en el que el contacto con elementos que contengan níquel provoca sarpullido, picazón y, posiblemente, ampollas en la zona del contacto“, explica Mayoclinic.

Una vez que se da la alergia, la persona no podrá seguir usando accesorios con este metal. “Cada vez que estés en contacto con el níquel, el sistema inmunitario responderá y producirá una reacción alérgica“, agrega.

Por lo mismo, es recomendable usar otro tipo de joyería,”como el acero inoxidable sin níquel, el acero inoxidable de grado quirúrgico, el titanio, el oro amarillo de 18 quilates, el oro amarillo sin níquel y la plata de ley”, detalla el medio.

Otros motivos para no dormir con aros

Otras de las razones para no dormir con accesorios, es el estado del pendiente. Se corre el riesgo de que se rompan o se pierdan al dormir.

Por otro lado, el dormir con aros podría provocar un daño en la perforación, haciendo que se abra más, explica el sitio.

Además, al acostarse y apoyar la cabeza en la almohada, se realiza una presión en la oreja. Si los aretes son puntiagudos o grandes, podría ocasionar que se lastime la piel, agregó el sitio Semana.

Por lo tanto, la recomendación es sacarlos antes de dormir, y en caso de ocurra un problema en la piel, acudir con un especialista para tratarlo correctamente.