Faltan menos de dos días para que llegue el esperado 18 de septiembre, instancia en que la comidas y bebidas típicas chilenas serán las protagonistas de la mesa.

Las empanadas, terremotos, chicha, pastel de choclo, el `asaito`, mote con huesillo, y el amplio menú que cada familia disponga, deben ser sin duda causas de celebración, y en ningún caso motivos para terminar con malestares estomacales en medio de Fiestas Patrias.

Y aunque muchas veces los síntomas de pesar estomacal sólo necesitan un pequeño break de ingesta, al igual que ocurre con el consumo de alcoholes, si estos se agravan, es importante conocer cuál es la diferencia entre una intoxicación alimentaria de una alcohólica, y cuándo acudir a urgencias.

Gastritis e intoxicación alimentaria

Como todas las “itis”, la primera afección señalada se trata de una inflamación, en este caso de la mucosa estomacal, lo que causa malestar o dolor, hinchazón y/o distención abdominal, vómitos y eructos. Incluso, algunos pacientes manifiestan dolor de espalda y sensación de ardor en la boca del estómago.

Es causada por el consumo excesivo de alimentos grasos y cítricos, alcohol y bebidas gaseosas, o provocada por la bacteria Helicobacter Pylori, la cual se encuentra presente en cerca del 70% de la población chilena.

Intoxicación alimentaria | Pexels
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La Dra. Elisa Sánchez, gastroenteróloga del Hospital El Carmen Dr. Luis Valentín Ferrad, indica que si la gastritis se encuentra avanzada o se ha vuelto erosiva, se pueden presentar incluso vómitos o heces de color negro o alquitrán, momento en que se debe consultar a un especialista.

Por su parte, en una intoxicación alimentaria se presentan síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre sobre los 38ºC. Este último se explica por la presencia de infección en el cuerpo, ocasionada por algún alimento contaminado.

Brochetas dieciocheras | Agencia UNO
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En ocasiones de exceso alimentario (como lo son las Fiestas Patrias) la intoxicación podría ser leve y aliviada sin tratamiento luego de 24 o 48 horas, sin embargo, si los síntomas persisten, los especialistas recomiendan acudir por asistencia médica, donde el tratamiento serán los antibióticos, con el fin de tratar los tipos más graves de intoxicación bacteriana por alimentos.

Intoxicación por ingesta de alcohol

En estas fechas, es innegable que el alcohol también es uno de los protagonistas en las mesas.

Sin embargo, con el objetivo de resguardar la salud, es recomendable no excederse (en lo posible) con la ingesta.

Según la Dra. Alexandra Bejar, gastroenteróloga del Programa de Cuidados Paliativos del Hospital el Carmen, una persona que ingiere alcohol en grandes cantidades puede llegar a una hepatitis alcohólica, presentar compromiso de conciencia, convulsionar e incluso llegar a la muerte.

“Los síntomas de complicaciones en el consumo de alcohol son el color amarillo en la piel, fiebre, náuseas, vómitos, deshidratación, desorientación, estados de somnolencia, pérdida de conocimiento y sangrado digestivo”, dijo.

Preparación alcohol | Agencia UNO
CONTEXTO | Agencia UNO

La principal diferencia entre una complicación alimentaria y una intoxicación por consumo de alcohol, es el compromiso neurológico que presenta este último.

Cuando el paciente tiene problemas de coordinación, arrastra la lengua, y finalmente pierde la conciencia, la experta recomienda asistir a un centro asistencial, lugar donde se aplicarán exámenes y tratamientos adecuados.

Bebidas alcohólicas- Pexels
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Uno de los riesgos de no acudir a tiempo durante este cuadro, es que la persona puede broncoaspirar, es decir, inhalar sus propios fluidos. Esto sucede mayormente durante el sueño y la pérdida de conciencia, lo que deriva en producir una neumonía aspirativa, la que debe detectarse con radiografía de tórax.