Es común que algunas personas dejen un vaso con agua en su velador. Esto por si deben tomar algún medicamento o si les da sed por la noche. Sin embargo, el cuestionamiento se origina cuando dejan el líquido reposar y vuelven a beberlo días después.

En este contexto, el microbiólogo Frederik Hammes, director del departamento de microbiología del agua potable del instituto suizo Eawag, recomendó buscar agua fresca y reemplazarla diariamente.

De acuerdo a su estudio, el líquido contenido en el vaso durante muchos días puede almacenar diferentes partículas, algunas muy desagradables.

El polvo de la casa se arremolina desde el aire. Eso consiste principalmente en escamas de piel de nosotros mismos, pero también de nuestras mascotas. Además de partes de otros animales que viven en nuestra casa, como los insectos“, advierte a la revista Womens Healt.

Sin duda estas partículas le darán un aspecto rancio al agua, cambiando drásticamente el olor y sabor de tu “bebida nocturna”, advierte el experto.

Debes considerar que el agua también cambia químicamente. “El dióxido de carbono se absorbe del aire. Como resultado, el pH desciende un poco“, detalla Hammes, precisando que el sabor puede ser un poco más ácido de lo común.

No obstante, el experto asegura que consumir ese tipo de agua no es dañino para el organismo. Cabe señalar que puede mantenerse “relativamente bien” durante semanas o meses.

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El agua de la llave también contiene bacterias

Asimismo, el microbiólogo suizo explica que si bien el agua de la llave sale fresca y limpia, no se salva de contener bacterias.

“Puede haber de diez a cien mil bacterias en un mililitro de agua potable”, explica. Sin embargo, al igual que en el caso anterior, se trata de organismos buenos. “No te enfermarás”, afirma.

El agua potable tiene cierto porcentaje de cloro para evitar que los microbios la colonicen. De ese modo, cuando sale de la tubería el cloro se evapora, quedando expuesto a cualquier microorganismo que quiera multiplicarse en el líquido.

Incluso debes considerar que al beber un sorbo del vaso de tu velador, también lo contaminarás con las bacterias que viven en tu saliva y en los labios. “Eso tampoco es problema”, asegura.

En resumen, no tienes que preocuparte por contraer alguna enfermedad o intoxicarte con el agua que bebes por la noche, incluso si se ha conservado por mucho tiempo. Aún así, recomienda preferir un trago directo de la llave.