Numerosos estudios respaldan los beneficios de la lactancia materna tanto para los recién nacidos como para sus madres. Del mismo modo, existen investigaciones que promueven su uso en niños y niñas nacidos prematuramente. Sin embargo, el empleo de lactancia materna exclusiva o combinada con fórmula en esta población sigue siendo bajo.

La lactancia materna reduce significativamente el riesgo de causas comunes de morbilidad y mortalidad infantil, como la enterocolitis necrosante, la sepsis y la retinopatía del prematuro. Además, ejerce efectos positivos y neuroprotectores en el desarrollo cerebral y neurodesarrollo. Dada la abundante evidencia de los beneficios de la leche humana para los bebés prematuros, el enfoque en las unidades de neonatología debería ser el apoyo a las madres en el inicio y mantenimiento del uso de leche materna, si así lo desean.

Las dificultades para alimentar a los recién nacidos prematuros pueden afectar la frágil relación e interacción madre-bebé. Por tanto, es esencial brindar apoyo a las madres para aprender a alimentar a sus bebés prematuros de forma directa o mediante otros implementos como biberones o sondas (con leche materna extraída o fórmula para prematuros), sin dejarlo para la preparación del alta hospitalaria.

Factores como el inicio tardío de la lactancia, la limitada frecuencia de extracción de leche, las restricciones a las visitas de las madres en las unidades de neonatología, la falta de educación sobre lactancia y el escaso apoyo durante la hospitalización pueden dificultar el uso de leche materna o lactancia materna en esta población.

Para mejorar esta situación, es fundamental comprender que es un fenómeno multifactorial que requiere la participación de diversos actores. La lactancia materna es una responsabilidad colectiva y existen diferentes determinantes que afectan las decisiones y comportamientos relacionados con ella, incluyendo factores individuales de la madre y el recién nacido, aspectos socioculturales y del mercado de fórmulas lácteas, así como factores vinculados al sistema de salud, los equipos médicos, la familia y la comunidad.

La lactancia materna también depende del estado de salud y el desarrollo fisiológico y neurológico del lactante. Los desafíos que encuentran las madres en la lactancia pueden estar relacionados con las demandas complejas de las habilidades motoras orales necesarias para la succión, deglución y respiración durante la alimentación de bebés prematuros.

Por lo tanto, es crucial acompañar a las madres y padres para lograr una alimentación segura, afectuosa y placentera para sus bebés. Una estrategia efectiva y segura para lograr estos objetivos es el uso del contacto piel con piel. influir positivamente en su duración. Una experiencia positiva durante la alimentación de sus hijos prematuros en el hospital puede ser determinante para la continuidad de la lactancia materna después del alta y puede

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