Aunque la maternidad se suele ver como una etapa de mucha candidez y plenitud, lo real es que el postparto puede ser una odisea llena de tropiezos y dificultades en la que pequeños logros se convierten en totales triunfos. Derribando mitos y hablando sin tapujos, las autoras de "La vida láctea", entregaron sus consejos desde la experiencia para enfrentarla.

María Camila Sanjínes y Tatiana Andrade son las autoras del libro ilustrado “La vida láctea”, en él las colombianas relatan, a través de sus propias experiencias, la odisea del postparto.

En la obra las mujeres hablan sin tapujos sobre los cambios físicos y emocionales que enfrenta el cuerpo luego de dar a luz, entre ellos el deseo sexual femenino tras el parto, la nueva forma de relacionarse con la pareja y los grandes mitos de la lactancia materna.

Sobre este tópico hablaron las autoras con BioBioChile respecto al que detallaron como sus propias experiencias se veían reflejadas en amigas y familiares.

Un hecho que marcó la narración fue el segundo parto de la ilustradora María Camila, quien vivió dos puerperios muy distintos entre sí. “Cuando fui a parir mi segundo hijo en la clínica privada aquí (Colombia) me dieron un folleto en el cual la clínica te daba un manicure, pedicure, una sesión para después del parto para combatir la depresión postparto“, inició contando.

“Toda eso que conlleva tener un hijo te lo solucionaban con una manicure”, dijo. Pero, a su juicio, “no es lo que necesitas recién parida”.

Consejos para la lactancia

Tatiana, la escritora del “la vida láctea” complementó afirmando que lo realmente necesario después del parto es asesoría para el amamantamiento: “La visita de una consultora de lactancia, si eso sí”.

Ella, quien tuvo la oportunidad de contratar a una especialista, explicó que la ayuda no solo consiste en apoyar la producción de leche materna, sino que llega a otras dimensiones de la vida.

“Me hacía masajes, me explicaba, había como una relación y observación de parte de ella, de como mi hijo estaba succionando, cuál era la mejor posición para mí para evitar el dolor“, relató entregando algunos consejos para lactancia.

Sin embargo, no el apoyo no solo llegó a eso: “Le enseñaba también a mi pareja como asistirme, y me preparaba baños fríos para descongestionar las vías mamarias”.

Sobre lo último, Tatiana explica que es fundamental, pues “el hecho de que la madre esté calmada, tiene mucho que ver con la producción de leche. Entonces, si hay mucha tensión y angustia, estrés, la producción de la leche disminuye”.

El amamantamiento debe ser un espacio seguro

A esto, la escritora recomendó a las madres próximas a dar a luz, a hacer hincapié en las redes de apoyo con experiencia anterior: “La red de apoyo de mi mamá y mi suegra fue fantástica, abogo por ese tipo de redes cercanas, porque entienden desde un lado femenino. Eran clave”, dijo.

No obstante, María Camila, afirmó que en sí el amamantamiento es un proceso lleno de mitos y tabúes: “Hay mucha guerra con la lactancia y es una cosa que nadie te lo dice. Lo primero que te dicen ‘ay, es que tú no tienes leche’ “. Y pocas personas se detienen a buscar soluciones o dar consejos efectivos para la lactancia.

A esto Tatiana sumó: “Además, hay mucha desinformación y mucha ignorancia, como cuando se cree que por tener senos pequeños hay menos producción de leche materna”.

“Eso es un mito y eso no es real. Todos los tipos de mama están en facultades de producir leche. La cuestión es que para eso hay algunas mujeres que la producen más fácil, porque su sistema linfático es más despierto, más activo, más productivo, y hay otros sistemas más lentos”, explicó la autora.

Para ella, una solución fue: “Aprender a conectarte con el bebé, porque el bebé es el factor clave”.

“Críticas construcctivas”

María Camila también se refirió a aquellas “críticas constructivas” que no se piden o que vienen con un trasfondo para los gestantes en periodo de lactancia: “Mi suegra, por ejemplo, le decía a mi cuñada ‘esa niña está pasando hambre’, ‘esta niña está muy flaca’ y es como ‘déjala en paz, déjala que intente"”, ejemplificó.

Ante esto, y basado en su experiencia, aconsejó que si la intención es practicar la lactancia materna, lo ideal es intentarlo y no rendirse. Buscar información y autoeducarse, y, más que nada, explorar.

Sobre esto último dijo: “También está el mito de que si no amamantas eres mala madre. La verdad es que uno hace lo que puede“, reflexionó.