¿Estamos solos en el universo? Esta interrogante ha inquietado a la humanidad por siglos, pero sólo en los últimos años hemos podido comenzar a contar con la posibilidad tecnológica para abordar esta interrogante científicamente.

El 17 de abril próximo seremos testigos de un importante hito en la exploración y búsqueda de vida en el sistema solar. Se trata de la misión Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE, por su sigla en inglés) de la Agencia Espacial Europea, un explorador espacial que será lanzado desde la Guyana Francesa con destino al gigante Júpiter con el fin de realizar observaciones detalladas de tres de sus heladas lunas: Europa, Ganímedes y Calisto.

Júpiter es el mayor de los planetas del sistema solar y alrededor suyo orbitan más de ochenta lunas. Se eligieron a estos tres satélites porque se piensa que albergarían océanos ocultos de agua líquida bajo la superficie, los que, en conjunto, podrían tener más de 6 veces la cantidad de agua en los océanos de la Tierra. Cuando hablamos de agua líquida en algún lugar del universo, inevitablemente surge la tentación de pensar si habrían bacterias esperando ser descubiertas en esos océanos. ¿Habrán sido o serán actualmente estas lunas hábitats para la vida?

Para acometer su objetivo, el explorador JUICE irá equipado con un especializado radar que permitirá investigar hasta 9 kilómetros bajo la superficie de las lunas, y determinar si éstas brindan o han tenido las condiciones adecuadas para la habitabilidad. ¿Alguna de estas lunas tienen los componentes básicos necesarios para la vida? ¿Podría haber aparecido vida en algún lugar allí?

JUICE investigará si podrían haber surgido alguna vez en Ganímedes, Europa o Calisto las condiciones necesarias para la vida. El mapeo de alta resolución del explorador buscará elementos biológicamente esenciales e importantes (como carbono, oxígeno, nitrógeno, magnesio y hierro). Pero tendremos que tener paciencia para conocer sus resultados, pues recién a comienzos de la próxima década comenzaremos a recibir datos.

El primer blanco será la luna Europa. JUICE realizará dos sobrevuelos en julio de 2032, acercándose a solo cuatrocientos kilómetros de la superficie, en la que buscará sustancias químicas que permitirían sustentar vida (biosignaturas) en sus lagunas subterráneas.

Luego será el turno de Calisto. JUICE realizará 21 sobrevuelos entre 2032 y 2034 acercándose a solo doscientos kilómetros de su superficie. Al ser geológicamente poco evolucionado, nos enseñará cómo pudo haber sido el entorno alrededor del Júpiter primitivo.

Finalmente, hacia fines de 2034, JUICE entrará en órbita en torno a Calisto, la luna más grande de Júpiter, con el fin de averiguar cómo llega el agua desde su interior a su superficie congelada. Medirá el espesor de su océano subterráneo y la capa de hielo congelada, mapeará su superficie y composición. JUICE realizará 5 sobrevuelos, y finalizará su misión estrellándose con esta luna a fines de 2035, un sacrificio cósmico en pos de iluminarnos sobre la inquietante pregunta sobre si estamos solos en el universo.

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