El fin de año era el momento de mirar hacia atrás y reflexionar sobre lo que fueron los últimos 12 meses a través del feedback o retroalimentación.

Se trata de una etapa que abre una oportunidad para líderes y colaboradores. Es por eso que es muy importante generar las instancias para que ambas partes se sientan cómodas y que permitan que la comunicación fluya. Darle el tiempo necesario, analizar lo avanzado y proyectar son elementos clave.

La retroalimentación debe ser sobre aspectos concretos y medibles en el tiempo. El cómo mejorar para lograr los objetivos y sobre todo el camino para potenciar las fortalezas para desarrollar el talento son aspectos que toda retroalimentación debe contemplar. Por esto, es de suma importancia que las empresas y sus colaboradores se capaciten para generar una cultura de feedback y reconocimiento, y que esto sea realmente efectivo a través del tiempo.

Por el lado de los líderes, la invitación es a conocerse, a descubrir su estilo para potenciar su talento como líderes y a partir de ahí trabajar la retroalimentación. Aquí, sugiero recurrir a dos modelos: el feedback wrap, que viene desde el marco del trabajo ágil y que consiste en que a través de varios pasos se proporciona un mensaje efectivo. No significa ser poco directo, sino usar como referencia un modelo que asegura la profundidad de la retroalimentación y la comprensión por parte del otro.

Y la otra alternativa es el feedforward, que es una retroalimentación empoderadora que posiciona al líder como un coach, y que no está centrada en lo que pasó, en lo que se hizo o no se hizo, sino en qué podemos hacer hacia adelante para construir juntos el futuro deseado.

En la vereda de los colaboradores, es clave darles herramientas para reflexionar positivamente sobre la retroalimentación y sobre todo cómo pasar a la acción a partir de esta. El feedback es una oportunidad de cambio, de asumir desafíos y fijarse micro-acciones de cara al futuro.

Para ambos casos es crucial, antes que todo, encontrarle el sentido a este proceso y para ello la pregunta que líderes y colaboradores deben responder es muy simple ¿Qué gano yo con el feedback?

Valentina Laval
Cofundadora de Lifebox y máster en Psicología Organizacional
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