Quizás cuando se habla de minería automáticamente se piensa en el cobre, oro o cualquier metal, materiales que son extraídos comúnmente por personas de un túnel bajo tierra, sin embargo, existe una minería intangible, una que no requiere desgaste físico para ser extraída, y esa es la de las criptomonedas.

Es fundamental dar a entender que las criptomonedas provienen de la criptografía, una técnica que fue utilizada en la Segunda Guerra Mundial para poder descifrar mensajes encriptados. Hoy la criptografía evolucionó a tal nivel, que es utilizada para criptomonedas y para validar firmas digitales.

Para realizar esta acción de minería de criptomonedas se necesita cierta infraestructura que se denomina un RIG. En el dispositivo se instala un software específico que tiene como propósito resolver problemas matemáticos conocidos como algoritmos, los que son resueltos con la potencia informática “hash”, luego se anota en una contabilidad pública llamada Blockchain y este problema resuelto le da comisiones al equipo que lo resolvió de forma más rápida.

En el desarrollo de este concepto de minería mucha gente se ha vuelto millonaria, pero es importante recalcar que tiene sus desventajas, la principal es el consumo eléctrico que se requiere para que los dispositivos funcionen y, si se usa un RIG, el consumo eléctrico es costoso y ante ello se tiene que evaluar si la ganancia esperada es mayor o menor a este gasto. Otra desventaja es que al existir actualmente más de 20.000 criptomonedas, de las cuales muchas pueden ser estafas, se corre el riesgo de minar monedas que no tienen valor alguno.

Es muy importante que quienes decidan involucrase en el negocio de las criptomonedas, primero se informen y estudien todas las aristas de este mercado, para no ser estafados y pueda convertirse realmente en un negocio rentable para la persona.

Francisco León, académico Escuela de Auditoría Universidad de Las Américas.

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