Este conflicto (Rusia-Ucrania), tal como ocurrió con la invasión a Irak -la primera guerra transmitida en directo por televisión-, ha pasado a ser la primera guerra transmitida en tiempo real y sin ningún tipo de control editorial, instalando una nueva era en la información.

La magnitud, velocidad e intensidad del ataque de Rusia sobre Ucrania en las primeras horas del día 24 de febrero, ha quedado registrado en miles de videos aficionados que se han convertido en la primera fuente de información antes que llegaran los corresponsales y comenzaran las transmisiones ininterrumpidas de las diferentes cadenas de televisión.

Pero, sin lugar a dudas la más reciente de las redes sociales de videos, TikTok, creada en China por la empresa ByteDance en septiembre de 2016 y de nombre original Doyin, pero que recién el 2018 se comenzó a internacionalizar con su actual nombre alcanzando en menos de 2 años los más de 2.000 millones de descargas y sobre 900 millones de usuarios activos, desplazando en popularidad a Youtube con videos cortos de entre 15 segundos y un minuto orientado a un público joven, convirtiéndola en la segunda red social más descargada después de Whatsapp.

En Chile la influencer más conocida y con mayor cantidad de seguidores (sobre los 26 millones) es Ignacia Antonia.

La invasión de Putin en lo que llamó una “Operación Militar Especial” siguiendo la doctrina Gerasimov, ha puesto al arte operacional ruso en todos los dispositivos móviles, donde el pensamiento del general ruso Valery Vasilevich Gerasimov se ha visto desde antes del inicio de la invasión con la participación de grupos y medios no militares realizando acciones, para luego y de forma simultánea ejecutar acciones de presión diplomática, despliegue de medos militares estratégicos, operaciones de información, desinformación y ciberataques.

No es de extrañarse entonces que todas las suposiciones de los servicios de inteligencia de occidente se cumplieran tal como estaba previsto.

El nivel de información disponible hoy en las fuentes abiertas es tan grande, que le hacen el peso a todos los sofisticados sistemas de vigilancia satelital y de drones.

Hoy cualquier joven desde su teléfono puede estar transmitiendo en vivo hechos esenciales a una audiencia global, para mostrar información de primera fuente y calidad, ayudando a proteger las democracias de actos irracionales de mandatarios que creen que sólo el más fuerte puede imponer su voluntad.

Por lo que no sería extraño, que los llamados influencers como Ignacia Antonia y muchos otros jóvenes más, sean parte de las ciberfuerzas de Chile si fuéramos atacados por un adversario que quisiera desestabilizarnos.

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