Chile es uno de los países que tiene más alto gasto de bolsillo en salud, donde el 38% está en los medicamentos. Los efectos de esta realidad, sumada al impacto de la pandemia revelaron que una de cada siete familias abandonó tratamientos para alguno de sus integrantes por no poder costearlos, según señala el estudio del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello 2021.

Este lamentable resultado no nos sorprende. Como industria productiva, sabemos que el gasto en medicamentos en Chile es alto, y esto se debe, entre otros factores, a la falta de una mejor política de Estado. En este escenario, consideramos que el problema está en la inexistencia de una cobertura universal de medicamentos, que conlleva a que hoy tengamos dos tipos de “chilenos”: los que reciben medicamentos del sistema público y otros del privado; algo que no puede ser.

Para ayudar parcialmente a compensar esta situación, los laboratorios que forman parte de Asilfa, por ejemplo, producen y distribuyen los medicamentos genéricos y genéricos de marca más económicos de Latinoamérica: según IQVIA, nuestros genéricos hoy tienen un valor promedio de 1,1 dólar versus 4,4 dólares en Latinoamérica. Si a ello sumáramos el esfuerzo de todos los actores -incluyendo eventualmente la existencia de seguros privados y públicos para mejorar la cobertura, el acceso y la distribución en todo el sistema-, análisis como el desarrollado por la universidad mencionada podrían ser más alentadores.

Elmer Torres
Vicepresidente ejecutivo de Asilfa

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