Chile se ha alzado como uno de los países líderes que se ha comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, junto a ello, Pacto Global ha colaborado en visibilizar los esfuerzos que realizan las empresas chilenas como actores activos de los desafíos que implica la Agenda 2030 y los Acuerdos de Producción Limpia (APL), que se adoptan en el marco de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y su contribución al Desarrollo Sostenible. Los APL son un instrumento de gestión pública que buscan precisamente fomentar la aplicación de una estrategia ambiental a través de la firma de convenios voluntarios entre empresas o grupos de empresas y el sector público.

Pacto Global cuenta con un importante acervo de recursos y herramientas que proporcionan orientación a las empresas para abordar las temáticas relacionadas con los 10 principios y los 17 ODS, entre los que destaca el ODS 6, sobre Agua y Saneamiento. Su cumplimiento requiere del compromiso continuo de mejora y cambio organizacional y la colaboración constante entre los sectores empresariales, y una acción conjunta puede potenciar los esfuerzos de manera innovadora.

Chile se encuentra en el 18º lugar del ranking mundial de riesgo hídrico según el World Resources Institute, lo que significa que estamos frente a un estrés hídrico de proporciones, por lo que debemos cuidar hasta la última gota de agua en el uso industrial, de riego, doméstico y a todo nivel.

Es por esto que desde Pacto Global hemos trabajado conformando el Grupo de Empresas Líderes del ODS6: Agua Potable y Saneamiento, buscando la colaboración entre empresas para identificar puntos de mejora en la utilización del agua coincidiendo en promover el cálculo de la huella hídrica.

Estamos conscientes de la urgencia de desarrollar técnicas sostenibles que conlleven a preservar, proteger, reducir, mantener y ahorrar el agua para las futuras generaciones. Debemos dar prioridad a la búsqueda de soluciones alternativas reales y al alcance de todos, para que haya suficiente agua para todas las necesidades, mejorando la planificación y su eficiente gestión. Es así como habiéndolo conocido y analizado, acordamos promover el sello denominado: “Certificado Azul”, que incentiva la gestión sostenible del recurso hídrico en Chile, en la producción de bienes y servicios y al cual las empresas de diversos sectores productivos pueden acceder. Sello APL, que tiene como objetivo que las empresas tomen conciencia al respecto y se hagan cargo del tema.

En materia de agua y frente a la megasequía que nos azota hace más de una década, gracias a la gestión de los Acuerdos de Producción Limpia solo en 2020 se logró disminuir el consumo de agua dulce en más de 6.200 millones de metros cúbicos, contribuyendo de esta manera al ODS 6. Esto equivale al agua necesaria para llenar 1.837 piscinas olímpicas. De aquí al 2030, debemos impulsar y ampliar la cooperación en torno al agua y el saneamiento, como los de captación de agua, desalinización, uso eficiente de los recursos hídricos, tratamiento de aguas residuales, reciclado y tecnologías de reutilización.

Si no lo hacemos hoy, mañana será demasiado tarde. La medición de la huella hídrica y la suscripción al certificado azul son un punto de partida. Esperemos que en la Cop26 se logren acuerdos relevantes para garantizar agua a la humanidad.

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