En una bodega en el centro de Santiago, que no cumplía con las medidas de seguridad en el manejo de explosivos, la Policía de Investigaciones (PDI) incautó 7,5 toneladas de fuegos artificiales.

Fueron tres meses de investigación en la denominada “Operación Coyote”, por parte de la prefectura Centro Norte de la PDI quienes detectaron la internación y venta ilegal de estos juegos pirotécnicos al país.

Cuatro fueron las personas detenidas como parte de un grupo acusado por la comercialización de estos elemento, que habitualmente son utilizados al interior de poblaciones por la presencia de bandas criminales ligadas al tráfico de drogas.

El fiscal, Sergio Soto, destacó la labor de investigación y consideró que los imputados enfrentan cargos de mayor gravedad considerando la ley que regula el uso y venta de fuegos artificiales.

Por su parte el director de la PDI, Sergio Muñoz, reconoció la importancia en en el decomiso de las más de 7 toneladas de fuegos artificiales, ya que en algunas ocasiones se les da uso como armamento.

Cabe destacar que el vicepresidente Rodrigo Delgado, afirmó que los fuegos artificiales incautados pusieron en riesgo a miles de personas por la eventual explosión que pudieron haber causado, y detalló que los artículos están avaluados en $500 millones.

Los detenidos permanecen en prisión preventiva, mientras que la policía sigue con las diligencias para determinar la forma de ingreso de estos productos y si existe una organización mayor detrás de este cargamento.

PDI
Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)