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Felipe Conejeros tiene 20 años y asegura que participó de manera pacífica en las manifestaciones que se realizaron en Plaza Italia el lunes 21 de octubre. Sin embargo, cerca de las 18:00 horas cuando se estaba yendo por el sector de Parque Bustamante, recibió cuatro impactos de balines: tres en su brazo y uno en su espalda.

A varios días de que ocurrió el hecho, aún permanece con los balines en su cuerpo lo que le ha causado una gran hinchazón y dolor.

De acuerdo al relato que el joven entregó a BioBioChile, ese lunes quiso irse de la manifestación junto a sus amigos para llegar a su casa en San Bernardo antes que iniciara el toque de queda. Sin embargo, cuando iba por el sector de Parque Bustamante, indicó que “de la nada pasaron los Carabineros disparándole a toda la gente que estaba ahí. Yo no incité al odio, yo no me enfrenté a ellos”.

Tras recibir los impactos, la gente que estaba a su alrededor comenzó a ayudarlo debido a la gran cantidad de sangre que estaba botando. Incluso una de las vecinas del sector le hizo unos parches provisorios al interior de su domicilio.

Sin embargo, desde ahí en adelante comenzó con una serie de problemas porque aún mantiene los balines en su cuerpo, los cuales no estarían muy expuestos. “Llevo desde el lunes hasta ayer (jueves) peleando para ver si me pueden sacar los perdigones”, relató.

Según dio a conocer La Tercera, el joven ha debido circular por varios hospitales para ser atendido.

Atenciones

Ese mismo lunes en la noche fue al Hospital Barros Luco debido a un hematoma grande que tenía en su brazo, pero acusó que le dijeron que “no los podían sacar (los balines) porque solamente ellos tenían que descartar si había fractura o alguna arteria comprometida (…) que se salían solos”.

En dicho centro le realizaron una radiografía y se descartó alguna fractura.

Al día siguiente fue al Hospital Parroquial, pero le ocurrió lo mismo. “Ahí al menos me pusieron como una vacuna para el dolor y me cambiaron las vendas”, indicó. Además mencionó que le dijeron que se iban a salir solos.

En tanto, el miércoles fue al Hospital Sótero del Río donde le dijeron que se los iban a sacar. “Esperé todo el día y me dijeron que sí me los iban a sacar porque me pasaron a una parte que se llama cirugía (…) Incluso yo llegué con una derivación de urgencias de un centro privado para que para que me hicieran una ecotomografía, pero al momento de ingresar a la parte donde me iban a atender, me dijeron que no había ningún médico cirujano porque estaban todos en pabellón”, relató.

Tras revisarlo -de acuerdo a la ficha médica a la que accedió BioBioChile- fue diagnosticado con “una herida de extremidad superior nivel no especificado con complicación”. Ante esto, le recetaron medicamentos y le indicaron que debía hacerse curaciones en un consultorio en 48 horas más.

Desde dicho centro asistencial señalaron a BioBioChile que el joven fue a realizarse una curación porque le dolía, pero no a operarse. Además, aseguraron que no tiene fracturas ni lesiones óseas.

Finalmente el jueves fue a la ex Posta Central donde le dijeron que tampoco se los podían sacar ya que “podía ser más peligroso porque podía pasar a llevar un nervio importante o una arteria”.

De acuerdo a la ficha médica, el paciente fue derivado a su consultorio con las indicaciones médicas necesarias. De acuerdo al documento, estas son radiografías, paracetalmol, vacuna antitetánica, evaluación por cirugía y exploración física.

¿Qué se hace con los balines en el cuerpo

El jefe de turno de cirugía del Hospital de Urgencia Asistencia Pública -ex Posta Central-, Mario Goren, explicó que “de acuerdo a las pautas disponibles, se establece que ante la presencia de perdigones que sobresalen más de un 50% fuera de la piel, estos pueden ser extraídos”.

Sin embargo, añadió que “los perdigones que no estén claramente expuestos no se deben intentar retirar. Esto porque si el perdigón no compromete estructuras vitales tales como pulmón o visceras abdominales, no constituye una urgencia vital y deberá ser evaluado al pasar el proceso inflamatorio para determinar si es recomendable extraerlo”.

Además explicó que si la herida no presenta sangrado activo se debe asear con suero fisiológico y cubrir con material estéril. En tanto, si presenta sangrado activo se debe detenerlo comprimiendo con un apósito o torniquete, según corresponda y trasladar a un centro asistencial.

Acciones a seguir

Conejeros indicó que dejó una constancia en la Cuarta Comisaría de Carabineros por lesiones leves.

Además mencionó que se está asesorando de manera legal para interponer una querella en contra de dicha institución, debido a que aseguró que “jamás en la vida he tenido un problema o roce con Carabineros”.

Lesiones por perdigones en Santiago
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