La acción de encapuchados al interior del Instituto Nacional, esta vez quemando dependencias del establecimiento, volvió a colocar las miradas en el emblemático liceo, que desde inicio de año viene marcado la pauta con decenas de hechos de violencia que, incluso, llevaron a adelantar las vacaciones de invierno.

Pese a esto, desde el Gobierno solo han optado por impulsar políticas de control y sanción para estos hechos, como es el caso de la Ley Aula Segura, las que no han tenido ningún efecto práctico para detener la violencia escolar, llegando incluso a exacerbarla aún más.

Mientras que desde La Moneda piden la designación de un fiscal exclusivo para investigar estos hechos, expertos en educación de distintas universidades coincidieron que las medidas implementadas por el Gobierno han fracasado.

El investigador del Centro de Justicia Educacional de la Universidad Católica, Ernesto Treviño, aseguró que el foco debiera estar puesto en recomponer las confianzas dentro del Instituto Nacional.

Gonzalo Muñoz, director del Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa de la Universidad Diego Portales, sostuvo que a la luz de los últimos incidentes es necesario reforzar los contenidos para aminorar los efectos pedagógicos que tendrá la pérdida de clases.

Luis Osandón, académico del Departamento de Asuntos Pedagógicos de la Universidad de Chile, señaló que -contrario a lo que se ve habitualmente en la noticias respecto de la represión y vigilancia policial constante, que a su juicio no hace más que agudizar el problema- existe un tema pendiente al interior del Instituto Nacional sobre cómo abordar las diferencias que son radicales, argumentando que cuando éstas son invisibilizadas, actúan de una manera muy deficiente.