La Municipalidad de Santiago lleva meses trabajando en una iniciativa para erradicar varias prácticas en el centro de la capital. Este trabajo ha estado focalizado en la eliminación del comercio ambulante y los robos con violencia.

Para llevar a cabo este plan, en marzo se reforzó el personal policial que trabaja en el casco histórico, en el perímetro entre Alameda, Cardenal Caro, Miraflores y Amunátegui, según consignó El Mercurio. Este reforzamiento fue para identificar los puntos donde se realizaba el comercio ambulante, el cual -según la institución- propicia otro tipo de delitos como el robo o la receptación.

“El comercio ambulante genera mucha sensación de inseguridad, entonces, primero ordenamos el espacio público”, indicó al medio el comandante de Carabineros, Gonzalo Araya, jefe del casco histórico de Santiago.

Tras este estudio, 30 oficiales de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros comenzaron un análisis criminal para detectar a las bandas que estuvieran operando en el sector.

“Se han reducido 22% los robos con violencia”, añadió Araya. Además, mencionó que los detenidos por esta clase de delito aumentaron de 29 a 198 entre el 19 de marzo de este año y el 30 de septiembre, en comparación al mismo periodo que en 2017 y se han desbaratado a 24 bandas.

Este trabajo también se ha estado complementando con la Fiscalía, ya que la institución ha estado direccionando a los uniformados en líneas investigativas para obtener pruebas contundentes o para que no les cuestionen los procedimientos.

La idea es que se puedan lograr “las penas más altas posibles para estos delitos que bordean los cuatro años de presidio efectivo”, indicó el capitán Javier Oportus, jefe de la SIP Zona Metropolitana.

Por su parte, el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri señaló que los resultados han sido mejor a los que esperaban y agregó que “le hemos cambiado la cara al centro. Estamos haciendo lo mismo en los barrios, con foco en microtráfico y lanzazos”.