Apoderados del colegio San Ignacio de Alonso de Ovalle se manifestaron “preocupados” por el hecho que dos curas, condenados por el delito de abuso sexual, viven en una residencia colindante al establecimiento educacional, en la comuna de Santiago.

Fue el pasado jueves 31 de mayo cuando la Compañía de Jesús informó los resultados de investigaciones a sacerdotes jesuitas denunciados por abusos, percatándose la asociación de ex lumnos que dos de los condenados fueron trasladados a la residencia San Ignacio, que es contigua al edificio del colegio y conecta interiormente con espacios por donde circulan estudiantes.

A través de un comunicado, los exalumnos expresaron que les produce “profunda tristeza y decepción que la residencia San Ignacio se haya convertido en un lugar que acoge a sancionados”.

La Seremi de Educación, Bárbara Soto, aseguró que están en contacto con la Congregación para buscar una solución en el menor tiempo posible.

Para este próximo viernes está agendada una reunión entre los apoderados con la dirección del colegio donde, según se ha adelantado, la Compañía de Jesús sostendría que el colegio y la residencia son dos espacios apostólicos distintos uno del otro, donde quienes viven allí ingresan y salen por espacios propios.