El Gobierno designó esta mañana a Gonzalo Soto como el nuevo seremi de Justicia y DDHH del Bío Bío, luego de más de un mes vacante el cargo tras la renuncia de Claudia Soto, quien estuvo envuelta en una serie de polémicas durante su gestión.

El presidente de la República, Gabriel Boric Font, nombró este jueves a Gonzalo Soto Muñoz como nuevo secretario regional del Ministerio (seremi) de Justicia y Derechos Humanos de la región del Bío Bío.

La nueva autoridad posee el título de abogado, con más de 10 años de experiencia en el ejercicio profesional ligado al mundo privado como jefe de un estudio jurídico particular y dentro del mundo público.

En cuanto a su desempeño, ha cumplido labores de juez (s) del Juzgado de Policía Local en la comuna de San Pedro de la Paz.

“Producto de mi experiencia como abogado de libre ejercicio, soy un conocedor de lo que significa la labor judicial en la región del Bío Bío, desempeñándome en diversas materias laborales, penales, familiares y civiles, que me han dado conocimientos del funcionamiento del sistema judicial”, afirmó Soto.

Dentro de sus primeros desafíos, Soto indicó que ya se encuentra interiorizando sobre las contingencias más urgentes de la seremía y sus seis servicios relacionados y dependientes.

Además, indicó que sus objetivos principales se enfocan en “acercar la justicia a la gente, promoviendo un acceso a la justicia expedito y de calidad, promoviendo igualmente la mayor eficiencia y eficacia en todos los servicios que depende esta seremía”.

Cabe señalar que Gonzalo Soto comenzó asumiendo sus labores desde esta mañana, y su primera actividad pública como nuevo seremi fue reunirse con la delegada presidencial regional del Bío Bío, Daniela Dresdner, en dependencias de la delegación. Esto, a fin de dar la bienvenida protocolar y recibir la inducción de quien encabeza el gabinete regional de gobierno.

Por otra parte, es necesario mencionar que el cargo estuvo vacante por más de un mes, luego de la renuncia de Claudia Soto, quien estuvo envuelta en una serie de polémicas durante su gestión, como el doble rol como asesor asignado a su exjefe de gabinete y una acusación de tesis de pregrado “homofóbica”.