La Municipalidad de Concepción debió recurrir a la Corte de Apelaciones, para buscar responder a la millonaria demanda que presentó Claro Vicuña Valenzuela en contra de la casa edilicia por el “caso butacas”.

El abogado de la constructora, argumentó que el municipio está “borrando con el codo lo que firmó con la mano”.

15.000 millones de pesos está pidiendo al Gobierno Regional, a la Municipalidad de Concepción y al IND la constructora Claro Vicuña Valenzuela, esto ya que consideran sus ejecutivos que no se dio cumplimiento al contrato, teniendo esto una merma en la imagen de la constructora, esto aparte de la demanda por $2.200 millones por el cobro de boletas de garantía.

El alcalde (s), Aldo Mardones, dijo que recurrieron con una excepción dilatoria al tribunal, lo que fue rechazado, por lo mismo se recurrió a la Corte de Apelaciones; mientras que el argumento del municipio radica en que el asunto está siendo revisado por la Contraloría y -por lo mismo- no debería intervenir la justicia.

El abogado de a empresa constructora, Remberto Valdés, dijo que la defensa del municipio es débil y contradictoria.

No obstante, también trascendió parte de la defensa de la casa consistorial respecto a la primera demanda que presentó Claro Vicuña, esto por la retención de las boletas de garantía por 2.200 millones de pesos, donde se argumenta que las butacas se están decolorando, por lo tanto, no se estaría cumpliendo el contrato.

Valdés replicó, expresando que con esa defensa el municipio dio un giro en 180 grados, calificando las declaración como una brutalidad, ya que fue la propia casa edilicia la que defendió la calidad de las butacas en la Contraloría.

El abogado de la empresa que construyó el estadio, llamó al municipio a no “borrar con el codo, lo que firmó con la mano”.