El pasado miércoles, una jauría de perros atacó a su cuidador en Placilla, región de Valparaíso. La víctima es un adulto mayor de 64 años, quien vive solo con la compañía de los 25 canes y sufre de problemas de movilidad y visión. Su único vínculo es una animalista, quien le buscó incansablemente un asilo para que sea cuidado.

José Maril Leviqueo es un adulto mayor que vive solo y cuida de 25 perros en un terreno de Placilla, región de Valparaíso. Debido a enfermedades neurológicas, la mañana del pasado miércoles sufrió un episodio de epilepsia, y sus canes lo atacaron mientras estaba insconsciente.

Debido a la gravedad de sus lesiones, actualmente se encuentra internado en el Hospital Carlos Van Buren, mientras la única persona que vela por él busca desesperadamente ayuda para encontrarle un hogar donde pueda ser cuidado.

Don José no tiene familia con la que pueda contar, su único vínculo es la animalista Tamara Toledo (43), quien llegó a él hace más de 5 años para proveer a sus perros, pero que hoy se encarga de la alimentación, vestimenta y costo de las labores domésticas de José.

Total abandono

Tamara consiguió hace 5 años el terreno para que José resida con sus canes, que pertenece a una amiga de la animalista. En el lugar instalaron una media agua para el adulto mayor, sin embargo, ahora insiste en que “ya no puede vivir solo, sino se va a morir”.

“Cuando lo conocí él estaba bien. Ahora por su problema neurológico él se pasa desmayando, no puede caminar, ha estado internado un montón de veces y tiene 64 pero parece de 80, por su enfermedad (…)Él ya no puede vivir solo, esa es la verdad”, declaró.

Estoy buscando ayuda para que esté en un asilo. Yo lo trataba de mantener, todos los días le pagaba a una señora para que le hiciera almuerzo, le lavara la ropa, le llevábamos la comida a sus animales pero ahora lo atacaron los perros. Va más allá de una ayuda monetaria, él tiene que ser atendido”, agregó.

Al momento de ser atacado, José Maril fue trasladado hasta el hospital Van Buren a las 11:00 horas, aproximadamente. Sin embargo, recién fue atendido pasada las 21:00 horas.

“Don José ha pasado un montón de cosas y al final me hice yo cargo de él hace 5 años. Pero él ahí estaba bien, salía, veía a sus perros, estaba todo feliz pero ahora no. El no puede estar en pié“, sentenció la animalista.

En búsqueda de un asilo

José nunca consideró la opción de ingresar a un hogar, se negaba, no quería dejar a sus perros. Sin embargo, la condición en la que ahora se encuentra lo motivó incluso a pedirle a Tamara que por favor le encuentre un asilo.

“Imagínate lo mal que debe estar como para que él mismo me lo haya pedido (…)Es que ahora lo atacaron heavy, está todo lesionado, lleno de sangre en las piernas”, confirmó Toledo.

Tamara ha intentado contactarse con el municipio de Valparaíso, con asistentes sociales y con diversos hogares para poder instalar a José. Lamentablemente, de ninguna institución ha obtenido respuesta.

“Me ha dio pésimo, he hablado con un montón de gente; con asistentes sociales y nadie pesca, hemos mandado un montón de correos a la Muni, hemos llamado por teléfono y nada”, aseguró.

La única residencia de la que ha obtenido respuesta es un hogar que su mensualidad asciende a $600.000. Al respectó enfatizó en que “él recibe una jubilación de $185.000, pero el problema es que vamos a tener que juntar el otro resto de plata todos los meses que es harto. Entonces queremos recurrir a una solución para que ese dinero lo ocupemos en sus cosas, en sus cosas personales”.

Un llamado desesperado

Tras golpear diversas puertas sin obtener respuesta, Tamara Toledo insiste en que José Maril ya no puede vivir solo. Asegura que ella puede hacerse cargo de los perros, de darlos en adopción y la alimentación, “pero no quiero que él esté ni un día más ahí”, aseguró.

“No sé qué más hacer. Yo puedo trasladarlo a donde sea cuando le encontremos un hogar, o tenerlo unos días en Santiago. Él ahora va a salir del hospital y no puede llegar a donde estaba, no puede estar más solo”, indicó.

“Yo fui generando un lazo con don José a través del tiempo, le dejamos un teléfono y me llamaba a mí, lo que pasa es que él siente que solo me tiene a mí”, contó. Agregó que “Entonces es complejo porque es una responsabilidad. A mí me dicen ´oye si no importa, él no es nada tuyo´ y no po´ weón (sic), no es que no sea nada mío, yo ya lo ayudé, yo ya tengo vínculo con él y sólo me tiene a mí”.

Durante el desarrollo de esta nota, BioBioChile tomó contacto con el Servicio Nacional del Adulto Mayor, quienes se comunicaron con Tamara Toledo para informarle de la reubicación en un hogar para José Maril. Cabe consignar que pese a los intentos del medio, la Muncipalidad de Valparaíso no entregó respuesta.