La situación financiera del Zoológico de Quilpué ha sido catalogada como crítica por parte de la Municipalidad de la comuna. Desde la casa edilicia manifiestan preocupación frente al déficit con el que funciona el recinto en vías de reconversión a santuario animal, por lo mismo, la alcaldesa Melipillán informó sobre las opciones y medidas que se barajan.

Es el único zoológico que tiene la región y el único de administración íntegramente municipal de Chile. Sin embargo, la situación económica que hoy enfrenta el Zoológico de Quilpué -que alberga a alrededor de 600 animales- ha sido calificada desde el mismo municipio como “crítica”.

El cierre temporal del recinto a raíz de la pandemia, sumado a un déficit que se arrastra desde hace varios años, han generado que los ingresos por entrada que recibe el zoológico estén siendo insuficientes para cubrir sus elevados gastos de mantención anuales.

Así indicó en conversación con La Radio la alcaldesa de la comuna, Valeria Melipillán.

“(…)Sólo en alimentación de los animales se gasta más de 300 millones de pesos anuales, por lo tanto ya sin el ingreso de las entradas, el zoo se mantiene con déficit en el ingreso”, señaló.

La jefa comunal detalla que el municipio ya se encuentra gestionando la postulación a un subsidio por parte del Gobierno Regional de Valparaíso. Esto permitiría acceder a alrededor de 50 millones de pesos, que según dice irían destinados a la mantención del recién reconvertido zoológico.

La otra opción, señala, es solicitar el apoyo de fondos internacionales destinados a apoyar a aquellos recintos de este tipo que optan por poner la protección de los animales como prioridad.

El director ejecutivo de la Fundación animalista Franz Weber, Rodrigo Morales, explica que esta insitución -la cual ya trabaja junto al municipio quilpueíno- es una de las pocas iniciativas existentes para apoyar la reconversión de zoológicos.

“Las personas el día de hoy entienden que los animales sienten, y por lo mismo merecen cuidados,protección y por sobre todo tener un fin más allá de su exposición(…)” dijo.

Según precisa la alcaldesa Melipillán, el alimento y cuidado de los animales no se encuentra amenazado, pese a la falta de ingresos a raíz de la venta de entradas. Sin embargo, indica que el esfuerzo de las arcas municipales para mantener el zoo ha sido significativo, teniendo en cuenta que por alrededor de dos años, el recinto permaneció cerrado.