Dineros entregados a familiares, emisión de documentos presuntamente falsos y recursos no justificados. En todo eso estaría involucrado Camilo Rapu, presidente del directorio de Ma’U Henua, organización indígena encargada de administrar el Parque Nacional Rapa Nui. La asociación está bajo la mira de la comunidad, puesto que se le acusa de monopolizar el poder en la isla, ocasionando una lucha entre clanes que explicaría el fondo del linchamiento a “El Pakistán”, ataque que terminó con una turba quemando por completo el Juzgado de Letras y Garantía del territorio insular.

Así al menos lo apunta Mongabay Latam en un extenso reportaje que da cuenta de una “guerra” entre clanes vinculada a la agrupación antes mencionada y al Consejo de Ancianos, una de las instituciones indígenas más importantes de la isla, presidido por Carlos Edmunds Paoa.

La agresión se remonta a la noche del lunes 28 de enero de 2019, cuando Alberto Araki Paoa murió apuñalado -presuntamente- por Juan Nahoe Hereveri (51), “El Pakistán”. En la ocasión, fuentes policiales informaron que el asesinato se debió a rencillas anteriores, sin embargo, según revela el medio internacional, lo ocurrido a Nahoe habría sido el chivo expiatorio para linchar al directorio de Ma’U Henua, organización a la que “El Paki” prestaba servicios.

Pero… ¿cómo comenzó todo? De acuerdo al artículo consignado, “en un año y ocho meses de administración, unos 360 millones de pesos fueron a parar a manos de los familiares directos y empresas” de Camilo Rapu, el presidente de Ma’U Henua, luego de que la entonces presidenta Michelle Bachelet -durante su segundo mandato- entregara la coadministración del Parque Nacional Rapa Nui a la agrupación indígena en conjunto con la Conaf.

Las condiciones del acuerdo de coadministración “consistían en que la comunidad cobraría las entradas al parque y semanalmente depositaría el dinero en una cuenta bancaria de la Conaf. Esta última le devolvería el dinero mensualmente a Ma’U Henua, luego de que la comunidad le rindiera correctamente los gastos e ingresos del mes anterior”.

“Al mismo tiempo, según los estatutos de Ma’U Henua, la administración que el directorio hiciera del parque sería fiscalizada por los Honui. Un grupo conformado por los representante de las familias Rapa Nui quienes, según la tradición, son los encargados de comunicar, ante los gobernantes, la voluntad de la familia a la que pertenecen”, señala Mongabay.

Millones repartidos a cercanos

Entre las irregularidades descubiertas se encuentran que Valeria Hey, abuela materna de Camilo, y Karen Rapu, hermana de éste, perciben $3 millones 850 mil pesos y $1 millón 800 mil pesos mensualmente respectivamente por arriendo de oficinas. En un año y ocho meses, ambas recibieron más de 77 millones de pesos.

El abuelo de Rapu, Matías Riroroko, en tanto, percibió desde las cuentas de Ma’U Henua casi 75 millones de pesos entre octubre 2016 y junio 2018 luego de que se contratara su empresa de transporte marítimo encargada de llevar provisiones desde Valparaíso a Rapa Nui. El gerente general de esta compañía es… el propio Camilo.

Por su parte, la Sociedad de Servicios y Comercial Hare Toa Ltda., de propiedad de la madre de Rapu le vendió a la administración de su hijo “materiales de construcción, insumos para el funcionamiento de las oficinas, mercaderías, productos de limpieza y hasta plantas ornamentales” por casi 47 millones de pesos.

Sin embargo, eso no es lo más grave, puesto que Hare Toa emite facturas por la venta de sus productos, pese a que aún no ha iniciado actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII). Llama la atención que “nadie puede emitir una factura sin haber iniciado actividades ante el SII y que necesariamente se trataría de documentos falsos, lo que constituye un delito”. Y no sólo eso, puesto que “51 proveedores de un total de 110 emitieron facturas a la comunidad sin haber iniciado actividades ante el SII”.

Cheques extraviados y declaraciones falsas

A todo esto se suma que una auditoria financiera “detectó 51 declaraciones de egresos falsas donde los respaldos y montos declarados no corresponden”.

Mientras, otro estudio financiero reveló que “198 cheques se extraviaron, de los cuales únicamente 72 fueron bloqueados en el banco para evitar que fueran cobrados”.

“Obviamente que tuvimos observaciones y fuimos arreglando. A la fecha esas observaciones ya no existen”, señala Camilo Rapu, aludiendo a que los problemas fueron detectados durante una época inicial de la administración.

Conflicto de clanes: Ma’U Henua, Consejo de Ancianos y Honui

El reportaje da cuenta también que Honui, grupo conformado por los representante de las familias rapanui, encargada de fiscalizar a Ma’U Henua, acusó al directorio de esta última agrupación de acaparar poder y negar información. La declaración es compartida por el Consejo de Ancianos, cuyo representante, Carlos Edmunds Paoa, asegura que Rapu “está para administrar el parque y él se siente como el dueño de la isla ahora. Se siente como una empresa familiar”.

“Dos asambleas extraordinarias han sido convocadas para votar la censura al directorio y en ambas, por mayoría de votos, la decisión ha sido destituir a los miembros de sus funciones. Sin embargo, cada vez, el proceso ha sido anulado por no cumplir con todos los requisitos formales para que la elección sea válida”, consigna Mongabay, recordando que el diputado por la zona Andrés Celis alertó en diciembre de 2018 de un posible “lamentable desenlace no sólo a nivel patrimonial, medioambiental o económico, sino que a nivel social y político”, que al parecer tuvo su primera consecuencia en el linchamiento de El Pakistán.

Versión de la comunidad

Desde la comunidad Ma´u Henua reaccionaron a la publicación de Mongabay, y emitieron una declaración en la que sostienen que “Juan Nahoe Hereveri efectivamente es comunero y se opuso a la censura al Directorio, sin embargo, es absolutamente falso que tenga un vínculo laboral con la Comunidad Indígena Ma´u Henua”, agregando que” rechazamos los delitos que haya podido cometer, como también el incendio de las instalaciones de un tribunal de la República, hechos que ninguna relación tienen con la administración del Parque”.

Añaden que “los dineros que maliciosamente se indican como apropiados por la familia Rapu corresponden a servicios efectivamente prestados a la Comunidad, e inclusive fueron auditados por las pertinentes entidades. Las rendiciones fueron entregadas oportunamente a las instituciones del caso y las observaciones realizadas por estas han sido subsanadas”. Aseguran que “la administración financiera ha sido eficiente al punto de triplicar la recaudación respecto de la administración estatal anterior”.

“Hoy los ingresos del Parque Nacional Rapa Nui se quedan por primera vez en la isla, situación que no ocurrió durante los cincuenta años de administración de Conaf” y hoy se entrega trabajo “a más de 250 personas de nuestro pueblo, quienes nunca habían disfrutado de los beneficios de nuestro legado ancestral”, puntualizan desde la comunidad.