El 33% de los 750 animales que han pasado por el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Parque Safari han logrado volver a la naturaleza, según informaron desde el recinto que trabaja estrechamente con el Servicio Agrícola y Ganadero y el Servicio Nacional de Pesca.

Las cifras reveladas corresponden al trabajo efectuado desde 2017 en la región de O’Higgins, donde reciben animales exóticos decomisados y entregados voluntariamente por la población ya sea tras encontrarlos fuera de su hábitat, tras algún accidente, o por estar viviendo en malas condiciones o en lugares inadecuados.

Una necesidad

El Parque, relatan, comenzó a funcionar en 2006 como un espacio familiar de educación y recreación al aire libre dirigido a la familia y los niños. Al poco andar, la gente de la región comenzó a llevar algunos animales exóticos porque muchos de ellos estaban en malas condiciones o en lugares inadecuados para vivir.

Gonzalo Sánchez, gerente de proyectos del parque, recordó que la labor de rehabilitación que realizan actualmente fue una necesidad que surgió de forma espontánea, “ya que las personas traían a las especies que habían atropellado, encontrado o simplemente querían dejar de tenerlas como mascotas y necesitaban un lugar donde darle una mejor calidad de vida”, precisó.

“A medida que pasó el tiempo, nos dimos cuenta que las autoridades si bien podía incautar, necesitaban un lugar donde albergar a las especies. Algunas veces, cuando incautan loros, no tienen un lugar donde puedan ser acogidas y la autoridad no tiene recursos para mantenerlos”, aseguró el gerente.

De esta manera, se fraguó una labor que se cristalizó hace poco más de 2 años cuando comenzó a funcionar el Centro de Rehabilitación del Parque Safari, único en la región de O’Higgins, cumpliendo actualmente un importante trabajo de reinserción en el medio natural en colaboración con el SAG y el Sernapesca.

Alonso Silva, director del Departamento de Manejo y Salud Animal del Parque Safari, quien dirige el centro, aseguró que “todos los animales heridos de la fauna silvestre tenían que ser trasladados a la región Metropolitana, alterando el proceso de rehabilitación por el traslado y el tiempo”.

Según el especialista, los ejemplares que más recibe este parque rancagüino son aves rapaces diurnas, peucos, aguiluchos, águilas y mayoritariamente aves rapaces nocturnas como lechuzas. Además, la gente lleva gran cantidad de loros nativos, anteriormente mantenidos como mascotas, porque hoy la tenencia de animales silvestres es ilegal. “Por lo tanto, la gente hace entregas voluntarias de estos animales al SAG y pasan por un proceso de rehabilitación para devolverlos al medio ambiente”, aclaró el médico veterinario.

La directora regional del SAG de O’Higgins, Paola Conca Prieto, explica esta colaboración: “Parque Safari contribuye con la atención clínica, diagnóstica y tratamientos, para lograr la rehabilitación de estos ejemplares. Así mismo, una vez que los animales se encuentran recuperados, el SAG realiza coordinadamente con el centro la etapa de liberación en ambientes seguros dentro de los ecosistemas de la región”.

Bernardita Ahumada, encargada regional de la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Conservación de Especies Protegidas de Sernapesca, calificó como “fundamental” este trabajo en conjunto, “ya que aumentaron bastante los varamientos de especies marinas que protegemos y es importante tener su colaboración para rehabilitarlos y llevarlos nuevamente a su medio”.

Entre otras cosas, el equipo humano recibe a los animales y les aconseja “si necesario tratarlo en el medio o esperar. O bien, qué hacer durante el traslado para que lleguen en las mejores condiciones y así sea efectiva la rehabilitación. Este año hemos entregado 6 animales, entre pingüinos, lobos marinos y tortugas. La mayoría los encontramos en muy malas condiciones”, afirmó la experta.

Equilibrio ecológico

Desde la administración del parque, Silva explica que “la idea es mantener un equilibrio ecológico, cuyo mayor daño es por parte del ser humano, y así amortiguar el perjuicio a los nichos de las poblaciones de fauna silvestre”.

Además, el impacto del parque en la región se refiere al fomento del cuidado de la fauna local a través de la educación. Según lo comentó el gerente de proyectos de Parque Safari, “es necesario entregar a los animales una mejor calidad de vida, pero junto a su rehabilitación, está el mensaje hacia la sociedad sobre la importancia de la conservación de animales”.

“Efectivamente, todavía somos un país en gran parte rural, tenemos tradiciones culturales arraigadas en el campo y la vida de cerro. Lamentablemente esa cultura viene de la mano con la cacería, por lo tanto, gran parte de la población no tiene la conciencia animal que tienen algunos. El cuidado de la naturaleza y la fauna es una cultura que está aumentando de a poco y nosotros, como parque y centro de rehabilitación, nos preocupamos de impulsar ese cambio”, acotó Sánchez.