Enviando corrección, espere un momento...
VER RESUMEN
El Papa León XIV ha nombrado a Monseñor Andrés Gabriel Ferrada Moreira como Obispo de la Diócesis de Chillán. Nacido en Santiago en 1969, Ferrada es abogado y tiene un doctorado en Teología. Ha sido vicario parroquial y profesor en diversas instituciones eclesiásticas. En 2018, se desempeñó en la Congregación para el Clero y fue ordenado Obispo por el Papa Francisco en 2021.
Se trata del primer nombramiento episcopal del Papa León XIV para Chile.
Durante este viernes, se reveló que el Monseñor Andrés Gabriel Ferrada Moreira fue nombrado Obispo de la Diócesis de Chillán.
El Obispo Ferrada nació en Santiago el 10 de junio de 1969. Estudió derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile y posee un doctorado en Teología con mención en Teología Bíblica de la Pontifica Universidad Georgiania.
Monseñor Andrés Ferrada es nombrado Obispo de Chillán
Dentro de su labor en la Iglesia Católica ha ejercido como Vicario parroquial en la Parroquia Cristo Evangelizador y Solidario de Cerro Navia (1998-2000), y en la Parroquia St. Johann von Capistran en Múnich (2002-2003), señalaron desde la Conferencia Episcopal de Chile.
También ha sido profesor invitado en la Escuela del Diaconado Permanente de Santiago y Seminario Pontificio Mayor de Santiago, además de ejercer la docencia en la Facultad de Teología de la PUC, entre otras labores de enseñanza y servicio en distintas parroquias.
Para 2018, fue llamado como oficial de la Congregación para el Clero, asumiendo en octubre de 2021 como Secretario, para ese mismo ser ordenado Obispo por el Para Francisco, asignándolo como Arzobispo de Tiburnia. En mayo de 2024, fue nombrado miembro del Dicasterio para la Evangelización y del Dicasterio para los Obispos.
En un mensaje a la Diócesis de Chillán, el nuevo Obispo de la capital de la región de Ñuble manifestó su “afecto, fidelidad y obediencia” al Papa León XIV.
“Soy Andrés, Obispo de la Iglesia, y me presento a todos ustedes, queridas hermanas y hermanos, como un servidor y condiscípulo en Cristo. El Señor me ha enviado a compartir el camino de fe, esperanza y caridad que el Espíritu Santo ha suscitado desde que el Evangelio llegó a las tierras de Ñuble hace más de 450 años y que, desde hace un siglo, está haciendo fructificar como comunidad diocesana”, señaló en su escrito.
