Este año, dos internas de la cárcel de Chillán fueron diagnosticadas con tuberculosis, lo que motivó la evaluación del penal femenino de Ñuble.

El primer caso ocurrió en abril, mientras que el segundo se conoció en junio, informó Gendarmería.

Ambos procedimientos fueron tomados por el área de Salud de Gendarmería, conforme a los protocolos establecidos de la Dirección Regional.

Ya en tratamiento farmacológico entregado por el consultorio Violeta Parra, de Chillán, las internas afectadas evolucionan favorablemente.

No obstante, el abogado de Verónica Ahumada, la segunda afectada, manifestó la preocupación de la familia por el tratamiento. “No se encuentra bien. Está con una tos permanente, propia de la tuberculosis, con sangrado. Ha bajado de peso; está con desvanecimiento, desmayo. Ella necesita atención especializada, no la básica de un consultorio“.

“Sabiendo que es una enfermedad contagiosa, hay una preocupación grande por un contagio masivo. El de abril, la interna empezó con síntomas en febrero y se confirmó en abril, y Verónica empezó con síntomas ese último mes y la confirmaron en junio. O sea, si alguien más está contagiado hoy, a este ritmo vamos a tener la confirmación en agosto”, concluyó preocupado el profesional.