Indignada se encuentra la comunidad de Ralún en Puerto Varas, luego de una seguidilla de incendios tras el inicio del toque de queda.

El siniestro más reciente, afectó a una escuela que quedó reducida a cenizas.

En un lugar apartado que aún conserva los mejores lugares del sur de Chile, Ralún es un atractivo de carácter mundial en temporada de verano, pero que frente a la contingencia del coronavirus se encuentra prácticamente vacío para sus cerca de 300 habitantes.

Sin embargo, desde el inicio de la cuarentena preventiva y cada vez que cae la noche, la pasividad del lugar se ve interrumpida por incendios, aparentemente intencionales, que ya han afectado a una sede social, una cabaña particular y más recientemente a una escuela rural que recibía a 33 niños y niñas este año.

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Camilo Velásquez, integrante del Centro de Padres y Apoderados de la escuela, expresó que pese a estar cerca de una barrera sanitaria, no hay control después de las 18:00 horas.

El presidente de la Comisión de Educación del Concejo Municipal, Marcelo Salazar, comentó que urge mejorar las condiciones de seguridad.

Por su parte, el alcalde de Puerto Varas, Ramón Bahamonde, dijo que ante el estado de pandemia no tienen potestad de mando.

A su vez, el jefe de la Defensa Regional, Cristian Eguía, reiteró que han hecho los esfuerzos por mantener el orden público.

Finalmente, la comunidad de Ralún pidió mayor preocupación a las autoridades, de manera de retomar su habitual tranquilidad, antes que se produzca un nuevo hecho que lamentar.