“El problema fitosanitario no se va a resolver con una fórmula mágica”, afirman las autoridades de Chiloé, quienes analizaron y conformaron una mesa de trabajo con el fin de detener el avance de plagas en cultivos de papas.

La instancia pondrá en marcha un plan de trabajo para abordar las principales problemáticas que afectan a este negocio, que abarca una superficie de 3 mil 300 hectáreas.

El director regional de INDAP, Carlos Gómez, hizo hincapié en el uso de semillas certificadas para proteger el patrimonio sanitario del archipiélago.

“Informar y difundir lo que tiene que ver con el traspaso de semillas que culturamente se realiza, pero que también genera problemas en la difusión de enfermedades”, afirma Gómez. Capacitación y transferencia tecnológica serán otros de los ejes que abordará la mesa provincial.

Hasta la fecha en Chiloé, se han detectado 16 focos de plagas, que abarcan 2,4 hectáreas, pertenecientes a pequeños productores y familias campesinas.