"Los más cercanos a Pinochet se han dado cuenta de que tiene muchas posibilidades de perder, por lo que es muy probable que se ponga en práctica la tercera opción, lo que acarrearía una pérdida sustancial de vidas", advirtió el diplomático a Washington.

Una serie de documentos desclasificados del entonces embajador de Estados Unidos, alertó el intento de Augusto Pinochet de mantenerse en La Moneda tras el Plebiscito de 1988.

Recordemos que en octubre de ese año se realizó el Plebiscito para decidir la continuidad del régimen de facto hasta marzo de 1997.

Así, tanto la oposición, como los adherentes a la dictadura, protagonizaron una dura campaña tanto por el “No”, como por el “Sí”, con masivas convocatorias y franjas televisivas icónicas.

Pero, más allá del resultado del Plebiscito, Pinochet no tenía la menor intención de dejar el poder, según quedó al descubierto en una serie de cables enviados por el entonces embajador de Estados Unidos, Harry Barnes, a Washington.

Así lo reveló un documental de Chilevisión, donde develan las comunicaciones que envió el diplomático a la sede del Gobierno del presidente Ronald Reagan, advirtiendo las intenciones del dictador de dar un nuevo Golpe de Estado para retener el poder.

De acuerdo a los cables, se trataba de un plan ante tres posibles escenarios. “El plan de Pinochet es simple”, indicó el embajador Barnes, “si gana el Sí, perfecto”.

“Si la lucha es muy reñida, recurrirá al fraude y la coerción”, agrega. Mientras que “si los votantes se inclinan claramente por el NO, empleará la violencia y el terror para poner fin al proceso”.

“Para ayudar a crear la atmósfera necesaria, la CNI protagonizará actos violentos antes y durante el 5 de octubre”, advierte el diplomático estadounidense.

A su vez, relata que “los más cercanos a Pinochet se han dado cuenta de que tiene muchas posibilidades de perder, por lo que es muy probable que se ponga en práctica la tercera opción, lo que acarrearía una pérdida sustancial de vidas”.

La información llegó al diplomático a través de Mónica Jiménez, amiga del embajador Barnes, quien a su vez fue advertida por el general Jorge Zincke, jefe de la Guarnición de Santiago, de lo que se estaba fraguando.

Recordemos que Jiménez, quien falleció en 2020 a los 79 años, fue ministra de Educación durante el primer gobierno de Michelle Bachelet.

No obstante, no fue una filtración explícita, sino que astutamente el militar habría dejado entrever de lo que se urdía con un supuesto complot comunista que intentaría detener el Plebiscito con “incidentes terroristas”.

Por lo mismo, el Ejército iba a repeler el ataque, advirtiendo, eso sí, de la muerte de “mujeres y niños”.

Pero, la tranquilidad de Zincke le llamó la atención a Jiménez, principalmente porque daba por hecho el enfrentamiento, algo que posteriormente le hizo entender de que se trataba de un montaje de la dictadura.

Finalmente, luego de hablar con el timonel de la DC, Patricio Aylwin, Jiménez tomó contacto con el embajador Barnes, quien posteriormente envió el cable a Washington alertando de las intenciones de Pinochet.

“El comandante de las fuerzas militares de Santiago, general Zincke, describió un supuesto complot comunista para interrumpir el Plebiscito del 5 de octubre, comenzando con actos terroristas este fin de semana y con violencia generalizada el día del Plebiscito”, escribió.

“Las personas con las que Zincke habló están convencidas de que, por razones desconocidas, él les estaba advirtiendo sobre lo que el Ejército, y no los comunistas, están planeando hacer para interrumpir el Plebiscito”, cierra.

Afortunadamente, pese a la derrota, Pinochet aceptó dejar el poder y permitir las elecciones que ganó Patricio Aylwin, tras 17 años de dictadura.