"Es incorrecto afirmar que la inexperiencia tiene que ver con una posición política o tiene que ver con edad”, dijo el ministro de Justicia, Luis Cordero, al referirse a la polémica por los cursos de administración pública y probidad. En ese contexto, dijo que el expresidente Piñera tuvo el mismo problema.

Desde el Palacio de La Moneda, el ministro de Justicia, Luis Cordero, se refirió a la polémica por los cursos de administración pública y probidad para funcionarios de gobierno. En ese contexto, hizo referencia a la administración del expresidente Piñera.

Recordemos que, durante esta jornada, la Contraloría General de la República descartó que las actuales autoridades hayan realizado algún tipo de capacitación.

Posteriormente, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, aseguró que “no se requiere una capacitación para cumplir con la normativa y con la ley”.

Consultado por estos dichos, Cordero respondió que “cuando usted asume un cargo, asume con todas las consecuencias que supone el conocimiento de la ley”.

Agregando que “es razonable, para obtener una mejor gestión pública, que las autoridades estén permanentemente capacitadas”.

“Piñera tuvo el mismo problema”, dijo el ministro Cordero

Respecto a los cursos realizados en la administración del expresidente Piñera, Cordero recalcó que “una son las charlas informativas y otros son los cursos”.

Respecto a si es correcto -o no- asumir que la inexperiencia se concentra en el Frente Amplio, el secretario de Estado descartó esa posibilidad.

Esto porque en “la primera administración del Presidente Piñera tuvo exactamente el mismo problema. La segunda administración también”.

“Yo creo que es incorrecto afirmar que la inexperiencia tiene que ver con una posición política o tiene que ver con edad”, sostuvo.

En esa línea, dijo que “al Estado han llegado personas con un amplio curriculum profesional en la empresa privada, que han terminado con conflictos esencialmente por desconocer reglas elementales del funcionamiento”.

“Yo soy de los que cree en un Estado profesional y permanente, donde el número de cargos de confianza debe ser acotado porque la fortaleza institucional descansa en los funcionarios permanentes de la función pública”, concluyó.