Desde la oposición mostraron sus reparos al proyecto de reforma al sistema de pensiones, especialmente por el uso que se dará al 6% de cotización extra con cargo al empleador y avisaron que "lucharán contra la letra chica" de la iniciativa.

El presidente Gabriel Boric presentó los lineamientos de la reforma previsional, que busca terminar con las AFP y crear un sistema mixto de pensiones, donde se mantendrá la cotización en cuentas individuales -con propiedad y heredables-, que se complementará con ahorro colectivo.

Los planteado por el Gobierno generó críticas en la oposición, donde sostienen que lo mínimo es que haya libertad para elegir entre un sistema privado y público y al contrario de lo que dice la reforma, que esto también aplique para el 6 por ciento adicional.

Apuntan que se comete un error al asignarle un rol a un Instituto de Previsión Social ‘modernizado’, recordando que deberá pagar pensiones a 8 millones de personas y actualmente tuvo problemas para pagar la PGU a solo 600 mil.

En la derecha creen que con el aumento de la PGU no es necesario aumentar el 6 por ciento y se le sigue cargando la mano al mundo laboral, y lo más importante, la mayoría es de la idea de que los sistemas de reparto son un fracaso y una fijación ‘ideológica’ de La Moneda.

El jefe de bancada de la UDI, e integrante de la Comisión de Trabajo del senado, Iván Moreira, dijo que la cadena nacional fue un discurso de buenas intenciones que deja ‘un justificado temor’ a la letra chica.

Desde el oficialismo, defiende los diálogos tripartitos que por meses permitieron elaborar esta reforma y recuerdan que el Gobierno hizo bien en retrasar su ingreso para seguir conversando con los parlamentarios.

En la oposición, consideran que ese trabajo se quedó corto y que el Ejecutivo simplemente, no cedió.

Diego Ibañez de Convergencia Social pidió avanzar rápido en la discusión para poner fin al modelo de las AFP, mientras que Frank Sauerbaum de RN, dijo que tratarán de “eliminar la letra chica”, que buscarán que toda cotización sea heredable y que la reforma no se hace cargo del mercado laboral informal.

El presidente Gabriel Boric mostró un ejemplo para mostrar las posibles bondades de la reforma: Una mujer o un hombre que cotizó aproximadamente la mitad de su vida laboral con 400 mil pesos, recibe una pensión de 257 mil y 268 mil respectivamente. Con la reforma aumentarían a 390 mil ambos y en el caso de las mujeres sería un aumento mayor al 50 por ciento.

En tanto, el Seguro Social que comprende la creación del nuevo inversor estatal, tendrá un pilar que reconocerá el trabajo doméstico y de cuidados, maternidad y lagunas previsionales.