La diputada del Partido Comunista, Camila Vallejo, anunció que presentará una reforma constitucional para modificar el quorum de aprobación en la Convención Constitucional, originalmente pactado en 2/3.
“La reforma es que la Convención defina su quorum, si quiere mantener los 2/3, 4/7, 3/5 o una combinación de quorum distintos, que garantice más mecanismos de participación ciudadana en el proceso”, afirmó Vallejo.
En la misma línea, reiteró que buscan legislar mejoras en el acuerdo de la Convención Constitucional y aseguró que tras el plebiscito del 25 de octubre, las personas exigen mayor participación.
“No queremos imponer un quorum, queremos que los convencionales definan soberanamente el quorum (…) El ideal lo define el soberano, el soberano está sobre el Congreso”, expuso.
Además de Vallejo, otras diputadas impulsarían la iniciativa como es el caso de Alejandra Sepúlveda (FRVS), Camila Rojas (Comunes), Maya Fernández (PS), Cristina Girardi (PPD) y Pamela Jiles (PH).
Desde Chile Vamos criticaron la propuesta de Vallejo, como fue el caso del presidente de RN, Rafael Prohens, quien recordó que el PC no se sumó al acuerdo para una nueva constitución, firmado hace un año.
“El Partido Comunista y otros se excluyeron del pacto por la paz, por lo tanto no son ellos, los que tiene llamar a nosotros a corregir ciertas materias, porque para ser parte del juego hay que estar en la cancha y ellos no están en la cancha”, sostuvo.
Por su parte, la subjefa de la banca de RN, Karin Luck, hizo una dura crítica en contra de Vallejo, afirmando que este proyecto era una “patudez”.
“Su patudez no tiene límites al querer cambiar las reglas de un acuerdo, del cual no quisieron firmar, no se quisieron sumar y después con calculadora en mano, se subieron al carro de la victoria”, expresó.
Mientras, desde otros sectores de la oposición, el diputado DC, Matías Walker, indicó que la propuesta es “improcedente” y vulneraría la votación del plebiscito del 25 de octubre.
“Rechazamos absolutamente este proyecto de la diputada Camila Vallejo, de cambiar las reglas del juego, que ya fueron definidas por la ciudadanía en el plebiscito del 25 de octubre (…) Es absolutamente improcedente, y yo creo que no vale la pena ser discutido”, dijo.
