El gobierno boliviano informó que la administración del expresidente Evo Morales admitió ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que parte del río Silala fluye de manera natural al territorio chileno, contradiciendo la tesis del propio país altiplánico, que acusa a Chile de desviar de manera artificial el curso hídrico.

“Este litigio ante la Corte Internacional de Justicia se inició durante el gobierno de Evo Morales y en sus actuados procesales (contramemoria) se admitió que una parte de las aguas del Silala fluye de manera natural hacia Chile y constituyen un curso de agua internacional”, dice el comunicado que emitió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia.

Se trata de una buena noticia para Chile, según el canciller Teodoro Ribera, quien consideró que con esto el Tribunal Internacional deberá enfocarse en temas diversos, pero que ya en el punto central no existe controversia.

En Bolivia el tema generó molestia generalizada y los parlamentarios anunciaron medidas.

El diputado de Unidad Demócrata, Gonzalo Barrientos, acusó que esto iba destinado a ser un segundo fracaso, recordando el fallo por el diferendo marítimo, y anunció que convocarán al agente Eduardo Rodríguez Veltzé a la comisión de Relaciones Exteriores para que de explicaciones.

El diputado del Movimiento al Socialismo, Víctor Borda, consideró que se cometió una infidencia por el actual gobierno de Jeanine Àñez. Por eso, consideró que es necesaria una interpelación en contra de la canciller Karen Longaric.

La noticia llega justo cuando un equipo del actual gobierno constitucional se encuentra en La Haya, para tomar el mando de la defensa de Bolivia ante la Corte por la segunda controversia que la enfrenta con Chile.