Este miércoles, el presidente Sebastián Piñera se reunió con el actual ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, y nueve excancilleres en La Moneda, por cerca de dos horas.

En la instancia, el actual jefe de la diplomacia nacional confirmó que el Ejecutivo abrirá espacios de diálogo con excancilleres, pero no quiso profundizar sobre la situación de Filipinas, postura que se contrapone al rol activo del Gobierno en la crisis de Venezuela.

Ribera justificó, además, la posición que tomó Chile ante el pacto migratorio de Marrakech y el acuerdo de Escazú.

Sobre el primero dijo que actualmente se discute un proyecto para definir la política migratoria y que cuando la medida esté aprobada “veremos la coincidencia o no coincidencia con Marrakech”.

Acerca de Escazú, alegó que en Chile existe una “alta sensibilidad sobre organismos internacionales que resuelvan contiendas”.

Algunos de sus antecesores han criticado decisiones tomadas por La Moneda, específicamente el no firmar Marrakech ni Escazú, como el no respaldar un informe para presionar al gobierno de Filipinas responsable de cerca de 27 mil ejecuciones extrajudiciales, según Naciones Unidas.

Sobre Escazú, que asegura acceso a la información, participación y justicia en materia medioambiental, el actual presidente del PPD, Heraldo Muñoz, afirmó que la postura del Gobierno es contradictoria ya que Chile albergará la cumbre COP25 de diciembre.

Según detalló Muñoz, el presidente Sebastián Piñera manifestó su intención de retomar, a través de mesas de trabajo, el sentido de Estado de la política exterior, principal reproche a la gestión del removido Roberto Ampuero.

Otro de los asistentes fue el exembajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, quien agregó que en estos grupos no sólo se tratarán temas de actualidad, sino de reflexión sobre el futuro.

En la reunión, Valdés criticó la decisión del Gobierno de abstenerse en la resolución de la ONU sobre Filipinas.

Mañana, Piñera recibirá a los integrantes de las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado y de la Cámara para profundizar en los temas analizados con los otrora cancilleres.