La Fiscalía Metropolitana Oriente en conjunto con personal del OS-9 de Carabineros, se encuentra investigando de manera reservada la venta “por error” de 30 fusiles de francotiradores a civiles por parte de la Fábrica y Maestranza del Ejército de Chile (Famae).

Según consigna La Tercera, el armamento semiautomático calibre 7.62 mm. fue vendido entre 1999 y 2014 a diferentes personas, pese a que su uso está prohibido. La situación se destapó en una indagatoria de la Fiscalía Metropolitana Sur y la Policía de Investigaciones que buscaba a sujetos por tenencia ilegal de armas prohibidas.

Sin embargo, las pesquisas por el caso específico de la venta de armas de la Famae a civiles están siendo lideradas por efectivos del 0S-9 de Carabineros, quienes en enero emitieron a un informe al fiscal Miguel Angel Orellana.

En uno de los apartados, el documento citado por el matutino detalla que “ahondando en lo anterior, se indica en los antecedentes que durante los años 1999 hasta 2014, se vendieron por parte de la Fábrica y Maestranza del Ejército de Chile (Famae), un total de 30 fusiles de francotirador semiautomáticos, modelo FD2000, calibre 7.62 mm, a civiles. Es dable indicar que conforme a la resolución 9000/18, de fecha 22.01.2004, de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), se canceló la inscripción de este tipo de armas, debido a que fueron vendidas por error”.

Asimismo, el informe detalla que existe una diferencia entre las características técnicas de los armamentos inscritos y los que la Famae dijo haber vendido, pues estos últimos fueron descritos como semiautomáticos y calibre 7.62 mm., sin embargo, los registros de inscripción indican que son modalidad de repetición y con calibre .308. Esta diferencia es un elemento central de la investigación.

Al margen de aquello, según el catastro realizado por los miembros de la policía uniformada, 15 de los fusiles están inscritos en la región Metropolitana y otros 13 en el resto del país. Además, uno de los fusiles está inscrito a nombre de una persona que ya falleció, por lo que se presume que algún familiar debe tener bajo su custodia el armamento, detalla el mismo medio.

Entre los propietarios de las armas vendidas por la fábrica del Ejército resalta el nombre de Isidoro Trespalacios quien, en total, registra 403 armas inscritas, de las cuales 355 están documentadas como “colección” pese a que su permiso de coleccionista no está vigente desde noviembre de 2018, es decir, tiene toda esa cantidad de armas almacenadas de forma ilegal. Otras 30 armas las mantiene inscritas como deportistas, pese a que la legislación permite para este ítem un máximo de 8 por persona.

Por esta razón, funcionarios de Carabineros acudieron el 30 de mayo al domicilio de Trespalacios ubicado en el sector oriente de la capital por instrucción del Ministerio Público a fin de fiscalizar el armamento que éste poseía.

La situación motivó que el hombre fiscalizado presentara un recurso de amparo contra Carabineros ante la Corte de Apelaciones de Santiago, acusando que se había amenazado su “libertad individual y seguridad personal”, sin embargo, eso fue desestimado por el Tribunal de Alzada capitalino.

Pese a contar con permiso de coleccionista vigente, el hombre mantenía una resolución vigente que le permitía almacenar el armamento de acuerdo a lo señalado por los propios uniformados que ingresaron al domicilio.