El ex director ejecutivo de Televisión Nacional (TVN), Jaime de Aguirre, sugirió que el canal estatal debería ser vendido “ahora que todavía vale” y disparó duros dardos en contra del rol que jugó en su bullada renuncia, del 6 de diciembre de 2018, el presidente Sebastián Piñera.

El otrora ejecutivo emitió sus dichos en conversación con La Segunda, entrevista en la cual aseguró que si el jefe de Estado “terminó con La Nación, no veo que no se pueda terminar con TVN”.

“En circunstancias de que lo que hay que hacer en un mundo lleno de mensajes informativos y de todo tipo sería haber reforzado, respaldado y profesionalizado el proyecto. Si no, yo sugiero que mejor lo vendan. Ahora que todavía vale. Puede que no lo quiera terminar, pero la está ahogando”, señaló al vespertino.

Sumado a ello, de Aguirre reveló que no ha vuelto a hablar con Piñera. “Yo creo que tiene otra agenda”, dijo.

En concreto, su molestia deriva del proyecto de Ley con el cual el Mandatario iba a dotar de mayores atribuciones al directorio de la señal estatal para remover al director ejecutivo.

A su juicio, se vio obligado a renunciar porque “no compartimos con ‘el dueño’ el rumbo de este canal, las velocidades, los énfasis. Y eso me obligó a renunciar. Aparte de la canallada que me hizo el presidente del directorio, Francisco Orrego”.

En la entrevista, de Aguirre recordó la polémica que generó la filtración de su millonario sueldo y cláusula de fin de contrato, los que fueron transparentados a través de un informe emanado desde la contraloría interna del canal.

En tal documento, la unidad fiscalizadora señaló que el ejecutivo firmó con Ricardo Solari, a espaldas del directorio, una renta de $18 millones mensuales, a lo que se sumó una indemnización especial “sustitutiva de la legal, equivalente a cuatro sueldos base mensuales brutos” ($72 millones).

Pero de Aguirre aseguró que lo que más le dolió no fue la filtración, sino que el que se haya insinuado que su contrato “había sido obtenido con métodos ilegítimos”.

“Eso es una rayada de pintura que hasta el día de hoy no entiendo”, agregó quien en su momento también lideró Chilevisión y fue director de programación de Canal 13.

Pese a la crisis financiera que azota al canal público, el exejecutivo destacó el alcance de la señal y porqué venderlo sería una buena idea.

“Me puedo imaginar perfectamente interesados en un medio con nueve centros regionales, con una señal internacional, con un canal de noticias bastante exitoso, y que llega de Arica a la Antártica”, explicó.

“Cualquier propietario de un medio de comunicación que no le interesa conservarlo y que no cree en su desarrollo, mejor que venda. Yo no puedo obligar a alguien que tenga un campo que no lo quiere trabajar”, espetó.

Aunque su paso por TVN tuvo un final amargo, recordó con alegría el haber reducido las pérdidas en un 26% durante su primer trimestre de gestión, aunque aclaró que no extraña el estilo de vida de ese lugar.

“El ambiente que viví fue extraordinariamente tenso y desagradable”, rememoró, tras lo cual afirmó no haberse arrepentido de renunciar.

Consultado sobre su principal lección por su paso en TVN, de Aguirre dijo que aprendió que “hay que estar preparado para todo, porque el profesionalismo no basta. Que las cosas evolucionan, se mueven. Y que es difícil combinar los ambientes políticos con los profesionales”.