Las playas han estado en el ojo de la polémica durante este verano. No es cosa reciente, pero el problema estalló cuando se difundió al presidente de Gasco expulsando de forma hostil a tres mujeres que descansaban a orillas del Lago Ranco.

Tras ello, algunos miembros de partidos del oficialismo mostraron su descontento por la actitud de la subsecretaria de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, durante el comité político ampliado en el palacio presidencial.

Por su parte, el senador Iván Moreira (UDI) calificó a Bravo de “populista” por cortar candados en terrenos privados con acceso al mar.

“La Ley hay que hacerla cumplir, pero no con populismo, no con el fomento de la lucha de clases. Jamás habíamos visto a un ministro de Estado cortando candados y cadenas en un predio. Hay que tener cuidado con las señales que se dan, porque a veces son confusas en torno al respeto de la propiedad privada”, dijo el parlamentario desde el borde costero de Puerto Montt.

Esto a raíz de la forma en que ha irrumpido la ministra subrogante en fundos donde se ha impedido el acceso libre a las playas. Se ha visto a Bravo discutiendo con los dueños de los terrenos, rompiendo candados e incluso entrando a mojarse los pies con los cerrojos en la mano.

“Estamos rompiendo una cultura abusiva”, aclaró la subsecretaria.

Según los asistentes al encuentro en La Moneda, el reclamo fue emitido por miembros del PRI (partido del que Bravo es vocera), cuyo presidente es Hugo Ortiz de Filippi, contendor del esposo de la ministra subrogante en la última elección interna del conglomerado, consignó La Tercera.

Acceso libre

Así se evidenció en la playa Mónaco de Pichilemu, en la región de O’Higgins, donde Chilevisión realizó además un reportaje para exponer los obstáculos que las familias propietarias del camino ponían a los transeúntes y pescadores.

En dicho lugar, tras una orden de retirar el portón con candado que impedía el ingreso a la costa, la subsecretaria procedió a romper los cierres, siendo increpada por una vecina del sector privado que enojada se refirió al lugar como “el patio de mi casa”.

Ambas discutieron y finalmente Bravo le aclaró que la precaria instalación que se había construido como “acceso” estaba fuera del marco de la normativa, pues el acceso debía ser universal y no sólo medianamente peatonal.

Chilevisión
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