El mundo militar está molesto con el ministro de Defensa, Alberto Espina.

Lo anterior, luego del fallido toque de queda que anunció el martes el jefe de zona de Bío Bío, Carlos Huber, en medio del estado de excepción que rige en la mayor parte de la Provincia de Concepción y los incendios forestales incencionales que se registraron el lunes por la noche.

Tras ese anuncio, el secretario de Estado salió a quitarle el piso al contraalmirante de la Armada: “Esa es una medida que no se ha decretado, el ministro de Defensa soy yo”.

De acuerdo a La Segunda, tras el bochorno, la Multigremial del Personal en Retiro de las FFAA, Carabineros e Investigaciones, acusó que “desgraciadamente, la intervención del ministro de Defensa es ilegal, pues el ministro no tiene relación alguna con el jefe militar a cargo de la zona de excepción”.

Según argumentaron, el artículo 33 de la Constitución establece que los ministros de Estado son los colaboradores directos e inmediatos del Presidente. “En ninguna parte se les asigna responsabilidades de mando”, reclamaron.

De paso, insistieron en que una vez declarada la zona de catástrofe la zona afectada queda a cargo de un uniformado. “El incumplimiento de la ley ya es una costumbre en Chile. Lo grave es que dicho irrespeto lo materializa una autoridad. Más grave es tratar insistentemente de instrumentalizar a las FFAA”, señala el texto de los militares en retiro.

Miguel Ángel Vergara, excomandante en jefe de la Armada, lamentó la descordinación y apuntó sus dardos a Jorge Ulloa. “Es cierto que el jefe de zona tiene las atribuciones, pero aquí faltó coordinación política, informar al nivel central, lo que corresponde al intendente”, aseguró.

“Una cosa es lo que debería ser y otra lo que realmente ocurre, el mundo de la política es así… Otro cuento es la forma en que se hizo, hay que cuidar las formas, el ministro debió actuar con empatía e inteligencia emocional“, añadió, aunque admitió que la posición del ministro era complicada.