La jornada del 3 de enero de 2018, a las afueras del Congreso Nacional, adherentes del exjefe del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Mauricio Hernández Norambuena, más conocido como “comandante Ramiro”; se reunieron para solicitar su extradición desde Brasil.

A la instancia acudió el diputado del Frente Amplio, Gabriel Boric, quien se comprometió públicamente a “defender el legado del FPMR”, una guerrilla armada nacida durante el régimen de Augusto Pinochet.

“Me atrevo a hablar a nombre por lo menos del Movimiento Autonomista en esto, de que como parte del Frente Amplio, y más allá de las diferencias que podamos tener con diferentes organizaciones, de que el legado tanto del Frente como del Frente autónomo posteriormente es algo que tenemos que defender en la historia”, dijo Boric.

“Por lo tanto permítanme humildemente expresarles todo mis respetos, mis respetos también a la distancia a ‘Ramiro’, a la lucha que ustedes como familia están dando por la dignidad y (…) ya hemos participado en algunas peticiones, solicitudes, de que vuelva a Chile y pueden contar con todo nuestro apoyo como parlamentarios y por los próximos cuatro años”, añadió el legislador.

En Chile, “Ramiro” fue detenido en 1993 tras ser vinculado con acciones de violencia en contra de la dictadura y por su participación en el asesinato del senador Jaime Guzmán, pero desde 2002 se encuentra cumpliendo una condena de 30 años en Brasil por el secuestro y posterior cautiverio de un empresario carioca.

Entre los ataques más recordados de la agrupación de la que formó parte en suelo nacional se encuentran el fallido atentado en contra el dictador, el 7 de septiembre de 1986; y el asesinato del fundador de la UDI, el senador Jaime Guzmán, el 1 de abril de 1991 a las afueras del campus oriente de la Universidad Católica.

A estos se suman el secuestro de Cristián Edwards Del Río, entre el 9 de septiembre de 1991 y el 1 de febrero de 1992; y la operación “vuelo de justicia”, con la cual liberaron desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago a una serie de exfrentistas, como Ricardo Palma Salamanca.

A propósito de este último, Boric ha enfrentado una serie de críticas esta semana luego de defender el hecho que Francia le concediera asilo político, frustrando la solicitud de extradición que perseguían las autoridades nacionales en base a su participación en el crimen del fundador del gremialismo.

Boric incluso llegó a manifestar que duda que Palma haya sido uno de los autores de la muerte de Guzmán. “Yo no tengo la certeza. Él dice que no y yo no confío en la justicia de Chile en 1991”, afirmó.

A ello su sumó la reunión que Boric mantuvo con Palma en París, tras un viaje con un grupo de diputados a Palestina.

“Nos encontramos durante 30 minutos, en los que conversamos sobre su entonces solicitud de asilo (en ese momento se encontraba con firma diaria en Francia)”, indicó a La Tercera.

Según sus propias declaraciones, Boric dijo que quería conocer personalmente su testimonio tras la fuga que protagonizó y con la cual dejó de cumplir la condena a la que fue sentenciado.

La reunión entre ambas figuras causó molestia en la derecha chilena, específicamente en la UDI, agrupación que tildó el encuentro como “impresentable” y que solicitó “darle una explicación al país”.