La CUT celebró su trigésimo aniversario, con duras críticas y un profundo rechazo a la agenda laboral que promueve el Gobierno.

La presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa, anunció movilizaciones de carácter “ascendente” a partir del 30 de agosto, que podrían terminar con un paro nacional, en rechazo a los últimos proyectos presentados por el Gobierno, como el estatuto laboral juvenil.

Junto al estatuto especial para jóvenes, la CUT rechaza el proyecto de teletrabajo y los anuncios sobre la futura reforma laboral del Gobierno, que validaría a los grupos negociadores y modificaría la extensión de beneficios en negociaciones colectivas.

Desde la Confech mantienen una serie de movilizaciones contra el ministro de Trabajo, Nicolás Monckeberg, a quien exigen el retiro del estatuto juvenil que, según el Gobierno, pretende flexibilizar las jornadas de este segmento.

Amanda-Luna Cea, vocera de la ACES, criticó, también, los lineamientos de ésta iniciativa y aseguró que sólo profundiza la precariedad en el trabajo de los jóvenes.