“¡Yujuuuuuuu!” gritó este martes Mario Sepúlveda, uno de los 33 mineros chilenos que estuvieron 69 días bajo tierra, tras conocer la noticia del rescate sanos y salvos de 12 jóvenes y su entrenador en una cueva en Tailandia.

“Me dan ganas de gritar ¡ce-hache-í! (tal como lo hizo cuando abandonó la mina San José al cabo de 69 días de encierro), pero no son chilenos y no me van a entender allá, pero siento mucha, mucha, mucha emoción”, dijo Sepúlveda, quien junto a sus compañeros mantuvo en vilo al mundo en 2010 cuando quedaron atrapados en una mina de cobre en el desierto de Atacama, en el norte de Chile durante más de dos meses.

“¡Qué más les puedo decir (…) ojalá que esos niños tengan mucho éxito!”, celebró Sepúlveda, que hace unos días manifestó a la AFP que estaba dispuesto a viajar a Tailandia para aportar su experiencia en los esfuerzos de las autoridades y de la comunidad internacional para rescatar a los jóvenes.

El rescate de los 12 niños y del entrenador del equipo de fútbol “Jabalíes Salvajes” concluyó este martes tras permanecer 18 días atrapados por las lluvias torrenciales que inundaron la cueva de Tham Luang, donde se refugiaron y quedaron atrapados.

Los primeros cuatro jóvenes habían sido rescatados el domingo y otros cuatro el lunes. Este martes salieron los cinco restantes en un complejo operativo que cautivó la atención del mundo entero igual que hace ocho años ocurrió con el rescate de los 33 mineros chilenos.

Sepúlveda, de 47 años, fue uno de los líderes de los mineros que quedaron atrapados bajo tierra en la mina San José, en el desierto de Atacama del norte de Chile. Todos fueron rescatados a salvo luego de un difícil y cinematográfico operativo de rescate.

Tras la experiencia, Sepúlveda, casado y con dos hijos, ahora da conferencias motivacionales.

Incluso, su dramática experiencia y la de los demás mineros fue llevada al cine en 2015 en la cinta “Los 33”, dirigida por la mexicana Patricia Riggen y en la que el español Antonio Banderas dio vida a Sepúlveda.