Los sacerdotes que fueron víctimas de abusos sexuales, de poder y de conciencia por parte de Fernando Karadima, y que fueron invitados por el papa Francisco al Vaticano para contar de manera personal sus historias, dieron una conferencia de prensa durante la mañana de este miércoles.

En la instancia, anunciaron que guardarán silencio en la materia hasta que regresen de Roma, tras el encuentro que sostendrán con la máxima autoridad de la Iglesia Católica entre los días 1 y 3 de junio.

“La mayoría de nosotros fuimos víctimas del sistema abusivo que se practicaba cuando participábamos en la parroquia del Sagrado Corazón de Providencia, “El Bosque””, señalaron en la conferencia.

“Otros miembros de este grupo colaboraron especialmente en los procesos de acompañamiento y cercanía con las víctimas. Los nueve esperamos que nuestra experiencia pueda servir también para dar voz a muchos otros que han sufrido abusos o han acompañado a personas abusadas”, añadieron.

“Mientras que la mayor parte colaboramos en el proceso de escucha que llevaron a cabo monseñor Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu, en particular durante su misión especial en Chile durante la segunda mitad del mes de febrero de 2018, otros dos miembros de este grupo colaboraron en el tiempo posterior a dicha visita”, precisaron.

Los afectados agradecieron la oportunidad que el sumo pontífice les brindó, la que a su juicio se enmarca en la intención que tendría el obispo de Roma de restablecer “la justicia y la comunión” en la Arquidiócesis de Santiago.

Uno de los que viajará al encuentro con el pontífice aseguró que es Francisco quien, personalmente, quiere escuchar a quienes sufrieron a manos de Karadima, al igual que aquellos que han acompañado a las víctimas tras los abusos perpetrados por el expárroco.

También confirmaron que participarán de una misa privada y de conversaciones grupales, además de audiencias privadas y de corte personal, todo al interior de la Santa Sede.

A lo anterior, se sumó el dato que la invitación se les hizo llegar hace un mes y medio, pero que se concretó con el paso de las semanas hasta su oficialización durante la jornada del martes, a través de un boletín oficial de la oficina de prensa del Vaticano.