El presidente Sebastián Piñera encabezó en La Moneda una reunión para analizar los pilares principales que tendrá la reforma al sistema de pensiones que sería anunciada en términos generales en la cuenta pública del 1 de junio. El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ratificó que el aumento de las cotizaciones será gradual para llegar a cuatro puntos.

Por tres horas estuvo reunido el presidente con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, con el de Trabajo, Nicolás Monckeberg, los subsecretarios de las respectivas carteras y el equipo asesor de la presidencia, los que trabajaron en el proyecto que reforma la actual Ley de AFP y que entraría al Congreso durante el segundo semestre de este año.

Reunión considerada clave, ya que a través de una presentación al mandatario se analizó el escenario más factible, siempre centrado en resguardar los empleos y fortalecer las pensiones a la clase media y los más vulnerables.

Durante la discusión por una iniciativa de la administración anterior, un informe de Hacienda reveló que el aumento de las cotizaciones con cargo al empleador podía provocar un efecto adverso, al entenderse que los cinco puntos más podrían operar como impuesto al trabajo y desincentivar la contratación.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reconoció que a raíz de la discusión que se produjo con la iniciativa del gobierno anterior están evaluando la gradualidad para llegar a cuatro puntos.

El titular de Hacienda agregó que otro foco es cómo incentivar que las personas opten por jubilarse más tarde, para lo cual esperan generar incentivos, especialmente a nivel de empresas.

Felipe Larraín no quiso confirmar si el aumento de cuatro puntos irá a la cuenta individual de cada cotizante o tendrá, como el proyecto de Michelle Bachelet, un fondo solidario o intergeneracional.